Todo empieza como un sueño normal, él en una playa con hermosa agua clara, tirado bajo el sol y con un refrescante trago en una de sus manos. Algo común, algo que Taehyung desea con ansias, pero se vuelve confuso cuando aparece rodeado de personas e...
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¿Por qué las personas tienden a tener gustos por las cosas bonitas? Se preguntó Jeongguk a sí mismo mientras miraba la escena frente a él. Tae estaba pululando alrededor del muchacho que se llamaba Jimin y era el psicólogo que habían encontrado, el cual había sido muy difícil de contactar, pero quien por suerte había escuchado todo lo de Taehyung y le había dado cita lo más pronto posible porque sabía la gravedad del asunto y realmente no quería que todo se complicara aún más para él.
—Es un gusto, soy Park Jimin—Dijo haciendo una reverencia, una vez se había presentado frente a Tae. Miró fijamente al muchacho de cabello algo largo y sonrió un poco antes de desviar la mirada a su paciente.
—Igualmente, soy Jeon Jeongguk—Murmuró el artista. Jimin levantó una ceja mientras Jeon se sintió intimidado por ese pequeño muchacho, llamó a Taehyung y este llegó a su lado—. Voy a estar en la sala de espera ¿Sí? Te espero afuera, mi amor—Dijo por lo bajo antes de dejar un suave y dulce beso en la frente del contrario, logrando que se sonrojara tiernamente—. Eres tan tierno, bebé.
—Amor—Se quejó antes de separarse un poco y negar con su cabeza—, te veo después ¿Sí? Gracias por acompañarme.
Jeongguk negó con su cabeza antes de dedicarle una pequeña sonrisa de labios pegados y moverse hasta la sala de espera, en donde se sentó en un sofá y se colocó la mascarilla que llevaba por la barbilla para que tapara casi todo su rostro, sacó su teléfono celular y se puso a mirar algunas cosas que había dejado para después. Sabía que Taehyung podría con esto porque él quería ayuda y estaba dispuesto a hacer todo lo posible para que los ataques de ansiedad se reducieran, tomara el tiempo que tomara, hasta que se volvieran nada y él se olvidara de ellos. Jeon estaría ahí, ayudándolo y haciendo todo lo posible para poder acompañarlo a las sesiones.
—Bien, Tae. Dime, ¿a qué edad aproximadamente han empezado los ataques de ansiedad?—Preguntó Jimin una vez estuvieron dentro del consultorio, acomodados en lugares donde Taehyung estaba frente al escritorio que Park tenía en el lugar.
—Creo que comenzaron a los diez años porque a los once fui diagnosticado. Nos mudamos de país cuando tenía nueve y aunque habían pasado dos años aún seguía sin poder adaptarme al lugar, se me hacía muy difícil, la cultura era muy extraña y no entendía absolutamente nada de lo que hablaban. Hice todo lo posible para hacerlo, pero cada vez que lo intentaba me ponía muy nervioso y el aire me empezaba a faltar. Mamá y papá creían que lo hacía para simplemente llamar la atención porque no quería estar en ese país, pero en verdad yo trabajaba duro para llegar a entender un poco de lo que me rodeaba. Estos ataques que tenía no duraban cerca de lo que eran cinco minutos, no recuerdo bien.
— ¿Con el tiempo fueron empeorando?—Taehyung suspiró y asintió con la cabeza, hizo una mueca con sus labios antes de soltar un bajo resoplido.
—Antes de cumplir los doce, comencé a sufrir ataques de pánico y de durar minutos, empezaron a durar muchísimo más. Recuerdo que el mayor que tuve llegó a durar casi una hora y fue tanta la angustia que sentí en ese momento, se me hizo tan difícil el tratar de controlarlo que me desmayé. Mamá se asustó demasiado y fue cuando tomó la decisión de llevarme a algún especialista para que le dijeran qué sucedía conmigo. Hice terapia durante unos meses para ver si de esa forma los ataques se calmaban un poco, pero no funcionó y fue cuando comenzaron a medicarme—El psicólogo asintió anotando algo en su libreta antes de acomodar el bolígrafo a un lado.
