II- CARTAS CEREMONIALES: MANSIÓN MALFOY

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10 DE FEBRERO DEL 2000

El ambiente se encontraba silencioso, apenas y el sonido de los cubiertos chocando con las vajillas al comer reinaba en el gran comedor de Los Malfoy.

Draco había invitado a sus mejores amigos al almuerzo del domingo, y no solo era por esa simple ocasión que se estaba volviendo habitual en ellos, si no que ese día recibirían sus Cartas Ceremoniales y querían estar juntos. Todos odiaron la Ley Matrimonial desde el primer momento en el que fue anunciada, en especial para los patriarcas Greengrass y Parkinson, quienes preferían que sus hijas fueran enviadas a Azkaban que casarse con algún impuro. Para la matriarca Malfoy, Narcissa, no le pesaba tanto, sin embargo no deseaba que su único hijo fuese emparejado con cualquier bruja.

Luego de que todos terminaron de comer, un elfo doméstico desapareció los platos y demás con un chasquido de dedos. Theodore Nott fue el único quién le agradeció al elfo por su atención.

Se reunieron en el antiguo despacho de Lucius Malfoy, que ahora pertenecía a Draco, y cada uno tomó asiento en los sillones individuales, a excepción del ex Príncipe de Slytherin que se sentó en su cómoda silla reclinable detrás de su majestuoso escritorio de caoba.

─ Blaise, ¿Cómo te fue con el asunto que me platicaste? ─dijo Draco mirando a su amigo, el moreno frunció los labios cabizbajo soltando un largo suspiro─. Vaya, eso sonó fatal.

Blaise asintió. Los demás los miraron interrogantes pues no sabían nada de lo que el rubio y el moreno hablaban.

─ ¿Qué asunto? ─preguntó la ojiverde con su particular mirada severa. Ambos chicos comenzaron a hacer cualquier cosa tratando de cambiar el tema, el resto rió por lo bajo pues conocían tan bien a la pelinegra como para saber que no olvidaría el tema tan fácil.

─ Ay, ya díganles ─habló Theo ganándose una mirada fulminante del moreno, Draco sonrió burlón pues sabía la bomba que soltaría su amigo.

─ ¿Qué nos digan qué cosa? ─esta vez fue Daphne quién los miró con una ceja alzada. Draco miró a Blaise y este asintió dándole permiso para que hablase.

─ Pues que nuestro chocolatico sabrosón, se casó ─Blaise lo fulminó con la mirada por como lo llamó y Draco se encogió de hombros retorciéndose de la risa, Theodore le siguió al instante.

─ ¡¿Qué tú qué?! ─gritaron las ex Slytherin provocando que el moreno se encogiera lo más que pudo en su silla.

Theo y Draco rieron con más fuerza al punto de caerse al suelo retorciéndose por las risas. « ¡Vaya amigos que me gasto! » Pensó el moreno mirándolos carcajearse de su desgracia.

Pansy se puso en pie colocándose frente a Blaise con los brazos cruzados contra su pecho, un minuto después a cada lado tenía a las hermanas Greengrass; Astoria estaba a su derecha y Daphne a su izquierda, parecía que las tres chicas comerían vivo al pobre Zabini.

─ Nos debes una explicación, chocolatico sabrosón ─la voz de Pansy sonó tan fría y aterradora que el pobre muchacho casi tembló.

Blaise Zabini tuvo que relatar a sus amigas, casi hermanas, como había llegado a casarse. La historia era muy sencilla pero bastante estúpida, eso había pensado la azabache, y sus amigas pensaban igual.

Todo pasó en el cumpleaños de uno de sus amigos una semana atrás, a la cual asintieron Draco, Theo y Blaise. Los tres disfrutaban de la fiesta bebiendo Whiskey de Fuego y bailando con cuanta bruja se les cruzara en el camino, hasta que el moreno se les perdió de vista al castaño y al rubio, ambos pensaron que se había marchado con la castaña que había pasado toda la fiesta pegada a él, y no se equivocaron. Al día siguiente despertó desorientado y con un dolor de cabeza que le martillaba sin cesar. Mayor fue su sorpresa al pasarse la mano por la cara, un reflejo llamó su atención, y al fijarse en lo que tenía en su dedo anular quedó en shock, y casi estuvo a punto de desmayarse cuando una figura femenina salió de su baño desnuda. Gritó aterrado como un loco cuando la joven mujer se metió en la cama para besarlo llamándolo «Mi amor» En cuanto pudo salió disparado de su habitación, corrió hacia la chimenea y arrojando el polvo flu, gritó « ¡Mansión Malfoy! »

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora