Bendecido

Inquieto

Yoali

Creo que dormir tan poco me está comenzando a afectar, la noche anterior después de hablar con el Capitán y mandar un montón de mensajes no podía dormir a pesar de rodar en la cama durante horas, me levante antes del amanecer y prepare algunas tortillas, la preocupación y emoción de lo que tengo pensado me mantiene activo, más bien ansioso, quiero que esto salga bien, quiero que las cosas sean mejores de lo que se me pronostica.

Enciendo la radio de la cocina y decido preparar algo ligero para el desayuno, si las cosas van bien Luz seguro podrá resistir la abstinencia con facilidad si come buen y su cuerpo se desintoxica poco a poco. Estoy pensando en hacer avena con fruta, rondo de un lado para otro en la cocina cantando y tarareando, preparo también café de hoya y al tomar un vaso puedo sentir que me despierta con cada sorbo. Estoy tan centrado en lo mío que cuando escucho su voz sonrió de manera estúpida al verla, levantada por fin por su cuenta, me alegra mucho a pesar que aún se ve en mal estado, su cabello esta revuelto y mi ropa es claramente muy grande para ella.

Sabía que no sería fácil, por alguna razón esta niña me mira con más recelo del que alguna persona me ha mirado. Sé que no soy lo más confiable en el mundo, pero su desconfianza hacia mí se acerca al miedo y eso me preocupa. Ella entra a la cocina y me dice que le gusta, esto me hace más feliz de lo que debería, creo que he tomado demasiado café, le ofrezco una taza pero se niega a recibirla, argumentando que no quiere más medicamentos extraños. Toma en cambio un vaso de jugo de papaya y naranja que prepare para la tarde, le sirvo un plato de avena, le coloco fruta y granola, pero la mira y me dice que el vaso de jugo será suficiente.

Eso me preocupa aún más, si no tiene apetito algo puede estar pasando, tal vez tenga fiebre, me acerco a ella para palmear su frente y cerciorarme, pero me aleja y me pide darle su ropa. Cuando sale de casa no me mira al salir, dejo que se vaya sin más, no quiero forzar nada, quiero que confié en mí, pero aun así quiero estar seguro que no le ocurra nada así que entro a casa y me concentro en lo que quiero.

¨Eres un guardián, mensajero de los Dioses, caminando en el atardecer guiando a los difuntos¨ mi cuerpo se siente ligero y cuando abro los ojos la puerta es más grande, salgo de la casa y sigo su olor, es uno particular como el mío y los demás como nosotros. Sigo el olor a vainilla que viene de ella y al poco rato la encuentro, está sentada en el banco de la casa de Doña Pelos, esta inclinada y cuando me acerco escucho su respiración pesada, toco su rostro con mi nariz y ella se sobresalta, así que solo dejo mi cabeza en su regazo, está temblando, si tacto se siente frió y sus ojos están dilatados, las lagrimas se acumulan en sus ojos dándome un reflejo de mi forma. Se apoya en mí y nos quedamos así por un momento cuando llega un soldado, lo he visto en los cuarteles, él le hace unas cuantas preguntas y al mirarle no parece estar más enferma, sonríe por una esquina de la boca y responde con calma. El soldado se marcha y ella me mira con complicidad, se levanta y me insiste que la deje de seguir, pero aun así camina sin molestarle que la acompañe.

Llegamos a la ciudad y puedo notar que está sudando, sus pasos se vuelven pesados con forme más avanzamos por los escombros hasta llegar al centro de la misma. Me mira de nuevo y me deja pasar a un cuarto improvisado que debe ser su refugio, tiene muy pocas cosas y ella solo se recuenta en la cama. Respira pesado y tiembla mucho, me preocupa me acerco a ella y me acuesto a su lado, mi cuerpo es cálido en esta forma, seguramente le ayuda a conciliar el sueño. Me levanto minutos después de cerciorarme que está dormida y merodeo por la habitación.

Tiene muy pocas cosas, solo su ropa, una libreta, una hielera donde no puedo ver dentro y un librero, doy vueltas por la habitación y me escabullo por detrás del librero donde hay un espacio que conecta con lo que era otra habitación, es algo amplio así que decido volver a mi forma normal para descansar. Transformarme me lleva poco tiempo pero tiene sus consecuencias, con el pasar del tiempo mi conciencia e inteligencia se adapta a esa forma, comienzo a tener ideas más simples y en ciertas ocasiones agresivas, por ello es mejor descansar después de un tiempo.