//Quédate Conmigo Para Siempre//one-shots hiccstrid

cap.4: "solo importa con quién estoy"

Categoría: primera cita

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Caminaba sola por las calles de la ciudad, mi mirada se mantenía en el frente y lo último que quieria hacer ese día era volver a la soledad de mi departamento,

Mis amigos ya han formado sus familia, mientras que yo sigo aquí, sin hacer nada que valga la pena, en las cenas familiares nadie habla conmigo, casi siempre se encuentran abrazando a sus esposas o esposos, mientras yo solo los observo, veo como se miran y se abrazan, cómo juegan con sus hijos, sus muestras de cariño, sus anécdotas de cómo se conocieron,

Tengo que admitir que a veces se me causaba un sabor empalagoso en la boca, pero muy en el fondo de mi ser sé muy bien que también quiero vivir eso, pero aparentemente pasará

He perdido las esperanzas de encontrar a alguien para mí, he salido con muchos hombres, pero he decir que todos son unos idiotas, algunas veces, cuando solo hemos salido un poco y ya han llegado a querer meterme la mano encima,

Aún creo en el amor, pero yo no creo sobre en el amor de por vida hacia una persona, la mayoría de las personas son egoístas, se interesan en sus propios intereses, si no son felices contigo, por un pequeño motivo o si ya se cansaron de ti, te dejan por otra persona, más joven, más hermosa o de más recursos económicos, es por eso que ya me rendí, si mi destino es quedarme sola, que así sea..

Las gotas de lluvia comenzaron a presentarse, impactando en mi, levanté mi rostro para mirar el cielo nocturno, pero las nubes no se distinguen por las luces de la cuidad, seguí mi camino por las calles llenas de gente, el olor a cigarrillo, alcohol y comida chatarra inundaba mis fosas nasales, cuando la gotas comenzaron a caer con más fuerza y los relámpagos y truenos comenzaron a escucharse, me interne a una pequeña cafetería.

El olor a café y panecillos se impregnó en mi, me dirigí a la única mesa vacía, me quite mi chaqueta, poniéndola en la silla, tomé asiento y ordene un café, cuando lo tuve en las manos solo le daba pequeños sorbos, su aroma relajante, su sabor agridulce y el calor que producía entre mis manos heladas era una de las sensaciones más placenteras que pude haber sentido.

Miraba por la ventana como las personas corrían por resguardarse de la lluvia, como los restaurantes al aire libre guardaban sus cosas en sus almacenes, y debes en cuando pasan un auto.

La campana de la entrada se hizo sonar dejando ver aún empapado joven que buscaba con la mirada un lugar donde sentarse, hasta que sus ojos se posaron en el asiento vacío que había frente a mi, yo aún seguía sin mirarlo, pero aún así se acerco hasta quedar enfrente de mi.

-¿Puedo tomar asiento?-preguntó amablemente con la voz un poco ronca, podría jurar que estaba a punto de pescar un resfriado, asentí sin dejar de mirar por la ventana, se quitó su abrigo, dejando ver su suéter holgado color rojo Merlot, su cabello caoba se encontraba despeinado, tomo asiento, y ordenó también un café.

Se formó un silencio entre los dos, y a diferencia de mi el le daba tragos largos a su café, y miraba los cuadros de pinturas en las paredes, el carraspeó un poco, y yo solo lo mire por el rabillo del ojo, por un segundo.

-siempre he creído que las personas más interesantes son las que fingen ser invisibles-mencionó el con la intención de iniciar una conversación, y por primera vez desde que llegó, lo mire a los ojos, chocando su mirada esmeralda con la mia

-yo creo que las personas que fingen ser invisibles, se aíslan por qué temen ser juzgados-esta vez yo hablé, aún con un semblante serio.

-¿Juzgados?-

-si, si no eres como los demás , si tienes ideales diferentes, te critican, y es por eso muchas personas solo se aíslan-

-jamás lo había visto así-