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En eso de las seis de la mañana se encontraba de nuevo en el territorio coreano, con una pequeña sonrisa en su rostro.
Jamás se espero ver a jungkook esperándolo en el aeropuerto, junto a taehyung a su lado, quizá ya eran novios.
— Hey, beomi.— saludo el pelinegro, con su pequeña sonrisa aconejada.
Beomgyu se acercó a abrazarlo, para segundos después separarse y saludar al castaño junto a el.
— Taehyung, hola.— dijo alegremente y el castaño le saludo de la misma manera.
— Tanto tiempo sin verte, cómo te fue? — así como solían ser antes, comenzaron a hablar, después de todo, aunque no se vieran, seguían siendo amigos.
El pelinegro carraspeo y ambos chicos lo miraron. — sigo presente, saben.
El castaño soltó una pequeña carcajada.— no empieces con tus celos, guk.
— Ya no soy tu am..— taehyung le tapo la boca, entonces beomgyu los miro con una cara curiosa.
— Entonces si funcionó.— dijo el menor, aplaudiendo feliz.— felicidades hyung.
Jeon se sintió tímido por primera vez.— gracias, beomi.
— Entonces el sabía.— comento Taehyung, integrándose a la plática nuevamente.
Beomgyu no pudo evitar reír.— Leoncito, yo fui quien lo empujó hacia ti.
Taehyung iba a decir algo, pero, jungkook lo freno.— suficiente, vámonos ya, que alguien te espera beomgyu.
El menor sintió los nervios apoderarse de él nuevamente, caminando a paso lento, acercándose a dónde estaban sus padres recogiendo el equipaje.
— Buenos días, kook y tae.— dijo la señora choi, con una linda sonrisa.
— Buenos días, señora choi.— dijeron los antes mencionado con tono dulce.
Todos se dirigieron a la salida del aeropuerto, beomgyu le dijo a su mamá que se iría con taehyung y jungkook.
Ella lo despidió con beso en la mejilla y le dijo que lo esperaría en casa, que no tardará.
Antes que se fueran, beomgyu tomo los regalos, dándole a jungkook el suyo, por suerte había comprado muchas pulseras bonitas, a lo cual, le dio una a taehyung.
— gyu, cariño realmente eres increíble.— dijo jungkook y taehyung lo fulminó con la mirada, sacándole una risa al menor.— ahora quién es el celoso, ah.
— Calla, guk.— el camino a casa de los jeon, fue demasiado corto para beomgyu y es qué, por un momento se había olvidado a dónde iba, a qué persona vería.
— Tienen que charlar, no pueden durar así toda la vida.— dijo jungkook detrás de él.— probablemente actúe enojado, por qué lo conoces, lo ignoraste toda una semana, yo puedo notar la molestia y tristeza en sus ojos.
Taehyung solo se quedó callado ante el momento y decidió entrar, dejando charlar a su novio.
Encontrándose con taehyun en la sala, estaba escribiendo en una libreta con suma concentración.
— Hey, gruñoncito.— taehyun no desvió la mirada para nada y continuo escribiendo.— beomgyu está afuera.
El menor dejo de escribir un momento, pero retomando lo de antes segundos después.
— Que bueno.— dijo a los minutos, el mayor se sentó a un lado de el y le quitó el lápiz.— Taehyung dámelo.
— No le hables asi a tu mayor.— el menor solo gruño.— tienen que hablar y lo sabes.
— Él no quiere hablar conmigo.— dijo en voz baja. — entonces yo tampoco quiero hablar con él.
Se levantó del sofá, queriendo ir a encerrarse a su habitación, tal y como lo había hecho toda la semana, más su camino se quedó a medias cuando miro a beomgyu frente a él, con una tímida sonrisa.
Los mayores decidieron dejarlos a solas, para que pudieran hablar con tranquilidad.
— Taehyunie, podemos hablar? — dijo beomgyu de manera tímida, mientras tenía la pequeña cajita en sus manos.
Taehyun no dijo nada y se quedó en el mismo lugar, beomgyu se acercó lentamente.
— Detente. — hablo taehyun por fin, miro extraño a beomgyu, entonces el mencionado se sintió chiquito.— donde está?
Lo sabía, sabía que lo notaría, dio media vuelta, evitando su mirada.
— Que cosa? — dijo, entonces taehyun se acercó a él y le dio la vuelta.
Beomgyu agachó la mirada y taehyun soltó un suspiro.— sabes de lo que hablo.
— Yo..— beomgyu comenzó.— no quiero que pienses que estoy rompiendo la promesa de siempre juntos, no.— quería llorar realmente.— solo, no se cómo sucedió, en dónde se cayó, lo lamento tanto.— algo más y se rompería.
Siempre tan débil.
— esta bien, está bien.— dijo taehyun y se alejo nuevamente.— si eso era lo que venías a decirme, yo me marcho.
Pero beomgyu fue más hábil y lo tomo del brazo, acercándolo, besando nuevamente sus labios, realmente tenía miedo y vergüenza, pero sus ganas de besarlo eran más grandes.
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