×I Don't Love You

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«Cuando te vayas ¿Podrías voltearte para decir "No te amo como lo hice ayer"?»

El público gritaba incesantemente, el teatro estaba lleno en su totalidad y las personas estaban cada vez más ansiosas de ver a su banda favorita. El ambiente estaba cargado de emoción y desesperación.

Gerard estaba en el estacionamiento del teatro, cerca de los autobuses que los llevaban de ciudad en ciudad por su gira, tenía un cigarrillo a medio consumir reposando en sus labios mientras que la suave brisa de la noche lo acariciaba. Faltaban poco menos de veinte minutos para que comenzará el show y apareciera en el escenario pero no le importaba en lo más mínimo, sabía que lo estarían buscando para que estuviera tras bastidores y eso le importaba aún menos, tenía cosas más grandes de las cuales preocuparse.

Hacía ya tiempo que a Gerard dejaron de importarle muchas cosas, como llegar tarde al escenario, llamar a su madre, comer, dormir, bañarse o él mismo en su totalidad. Pero había algo que, sin importar el tiempo o las circunstancias jamás dejaría de importarle.

Frank se había convertido en esa pieza que lo mantiene aún con vida, esa que de vez en cuando le brinda esperanza a su asquerosa existencia. Gerard estaba cansado de todo, pero por Frank valía la pena seguir viviendo. Era su musa, su complemento, sus ganas de vivir e ilusiones.

Porque no ha habido otra persona que se preocupara tanto por él como lo hacía Frank, que lo ayudara a levantarse cada vez que se caía como lo hacía Frank, que lo besara y le brindara amor como lo hacía Frank. Gerard estaba seguro de que, sin importar cuánto esfuerzo pusiera para buscar a alguien igual o mejor que Frank, jamás lo encontraría, porque todos apestaban, pero Frank era la única excepción.

Y no le importaba que justo en estos momentos de sus vidas Frank estuviera por casarse, no, no importaba, porque aun así eran almas gemelas, aún y todo eran amantes desenfrenados.

Y él sabía que, aunque Frank se fuera a casar, su corazón le pertenecía a Gerard y el de Gerard le pertenecía a Frank.

Eran uno solo, en cuerpo y alma, y así sería para siempre.

El cigarrillo de Gerard se había consumido entero, lo retiró de sus labios y lo lanzó al suelo aplastando lo que quedaba. Esa vez, Gerard se dio cuenta de que la noche era muy bonita, con un montón de estrellas cubriendo el espesor del cielo, brillaban y eran hermosas, entonces recordó el brillo en los ojos de Frank y decidió que este era más hermoso, era un brillo único e inigualable, uno que él jamás tendría pero era feliz sabiendo que el chico de ojos avellanas lo tenía.

Gerard suspiró lenta y suavemente, estaba haciendo frío pero esto tampoco le importaba. La puerta trasera de los bastidores se abrió y Frank salió viendo hacia todos lados buscando a Gerard, lo divisó cerca de los autobuses y fue hasta donde de encontraba.

-Hey, te estaba buscando por todo lados -Dijo tocando el hombro de Gerard- El show está por comenzar y Ray está todo loco preguntando dónde estás.

Gerard sonrió un poco, Ray siempre quería tener todo organizado y bajo control y a Gerard eso le importaba poco.

-Estaba terminado mi cigarrillo, iba en camino -Su voz se había tornado suave, incluso sonaba como si quisiera llorar, pero tan solo era la tristeza abrazando su ser.

Frank se acercó un poco más y tomó el rostro de Gerard en sus manos, este no era tonto y por supuesto sabía cuándo algo andaba mal con Gerard, Frank lo conocía mejor que él mismo después de todo.

- ¿Estás bien? -Preguntó en un susurro confidencial.

- ¿Qué crees tú? -Gerard siempre respondía una pregunta con otra. - ¿Crees que estoy bien?

Y Frank no era tonto, sabía que la inesperada noticia de su boda había hecho pedazos a Gerard.

Pero Gerard no comprendía que aunque Frank lo amara con locura, aunque estuviera dispuesto a pasar el resto su vida con él, no podía esperarlo para siempre, él no quería vivir bajo las sombras su amor, no quería tener que estar ocultándose cada vez que alguien estaba cerca, no quería más besos en el baño o en el estacionamiento.

No quería tener que estar interponiendo excusas a la química evidente que existía entre Gerard y él. Lo había esperado un montón de tiempo, había sido paciente, pero aunque Frank lo amaba con locura quería estabilidad, el simplemente eligió su estabilidad y eso es algo que Gerard no quería comprender, y por más que Frank le insistiera Gerard jamás iba a gritar su amor por miedo al qué dirán.

-Gerard, yo... -Frank ya no sabía que decir para que Gerard estuviera bien, porque el mayor era muy terco y se enfrascaba en su primer sentimiento.

-Por favor, no digas nada. Me duele cada vez que hablamos de esto, no quiero... Ni siquiera quiero pensar en ello. Así que por favor, no digas nada.

Y con un nudo en la garganta Gerard subió al escenario, aceptando que había perdido al amor de su vida por su estupidez. Lo había dejado ir y no había nada que pudiera hacer para retractarlo.

Cantó cada canción del repertorio con un sentimiento inusual, se podía sentir en cada sitio del escenario que Gerard no era él mismo y una fuerte tristeza lo invadía.

Había finalizado el repertorio de canciones para el show y Gerard se sentía peor, estaba llorando en el suelo del estacionamiento, los chicos se habían ido al autobús después del espectáculo y Gerard llevaba al menos una hora en el suelo. Nadie lo había notado y el estaba bien con eso. Pero Frank siempre se preocupaba por Gerard y había ido a buscarlo.

Lo encontró hecho un desastre cerca de las cercas del estacionamiento, llorando, con su rostro rojo y lleno de lágrimas. A Frank se la partió el corazón de verlo así, tan vulnerable y herido, y se sintió terriblemente mal. Se agachó hasta donde Gerard estaba y lo abrazó, lo abrazó como si no hubiese un mañana, lo abrazó tan fuerte con la intención de volver a unir todos los trozos rotos de su existencia, pero jamás pudo.

Y aún con el corazón en la boca Gerard habló.

-F-frank, no puedo con esto, siento que me quema el pecho, y me siento mal, no sabes lo mal que me siento -Sus palabras eran entrecortadas debidas al llanto y su pecho ardía, casi no podía respirar.

-Lo siento, Gee... -Susurró Frank en el cuello de Gerard aún sumergidos en su abrazo. - Espero que algún día puedas perdonarme y entender porque hice lo que hice.

Gerard se sintió peor, porque el entendía, claro que lo hacía, pero aun así se rehusaba a ver a su amor partir. Era muy egoísta de su parte decirle a Frank que se quedará con él para siempre, no podía permitir que se conformara con las migajas que él le brindaba. Entonces, Gerard reunió toda la valentía del mundo para soltar a Frank.

-Bésame -Apartó a Frank de sí y lo miró a los ojos-, Bésame ahora y cuando te vayas ¿Podrías voltear tan solo para decir "No te amo como lo hice ayer"?

Frank no dijo nada.

Absolutamente nada.

Sin embargo, tomó el rostro de Gerard entre sus manos y lo besó por última vez.


. . .

hola jaja B)

Bueno, está es una idea que tenía en mente hace unas semanas ya que tengo un par de one shots ultra chot0S guardados por ahí.

Sé que escribo feo pero pues perdonen.

Tampoco esperen que escriba cosas felices, probablemente no haya ningún OS soft happy end. PROBABLEMENTE, miren que a veces me dan mis momentos y escribo rosas y colores pero ya saben.

No me conoce ni mi mamá pero bueno, espero que el que sea que vea esto no le de cáncer de ojos.

Tomen mucho café y duerman tres horas, xo.

mitch ;)

nota actual: gerard modo "mi mami me dio la vida pero frank me dio ganas de vivirla D:"

whispersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora