Munich, Alemania.
By Jin.
- ¿Y quien eres tu? - pregunte a la chica rubia que salia de la habitación de mi hermano, estaba sentado en el sofá bebiendo una tasa de café espabilando.
No era la primera vez que esto sucedía, el que una chica saliera de la habitación de Nam un sábado por la mañana escabulléndose para poder ir a su clase sabatina, así como no era la primera vez que yo me portaba como vieja celosa malvada.
- ¡Eh! ¡Hola! Ammm yo...
- Esa sudadera es mía - interrumpí señalando la prenda que tenía puesta.
- El chico la tenía puesta anoche...
- Es mía, yo se la preste - dije extendiendo las manos indicándole que me la entregará, ella se la quito rápidamente mientras yo pensaba en lo dicho, se había referido a mi hermano por "el chico" no por su nombre.
- Yo... bueno... debo irme.
- Bien, ve con cuidado - dije tomando la prenda con un poco de asco, sonreí falsamente a la chica aunque mis palabras no fueron falsas, una cosa era estar celoso y otra era no tener consideración por las personas.
- Oye - habló cuando apenas había abierto la puerta - ¿puedo pedirte algo?
- ¿Necesitas dinero para el taxi?
- No, yo... sólo quería saber si podrías darle mi número a el chico...
- Jackson - interrumpí.
- ¿Disculpa?
- El chico se llama Jackson - dije sin interés.
- Bien, bueno, ¿podrías darle mi número a Jackson y decirle que me llame?
- Si, claro.
- ¡Muchas gracias! - dijo entregándome una nota, al momento salió de nuestro departamento.
Espere unos segundos para poder ir y dejar la prenda de Nam en el cesto de ropa sucia y de paso tirar el número de la rubia... "Jackson" solía tener muchos ligues.
- Así que Jackson, ¿eh? - pregunto sentado en el sofá, justo donde yo estaba antes, bebiendo el café que me había preparado.
- ¿Querías que le dijera tu nombre? Supongo que no puesto que tu no se lo dijiste anoche que la trajiste...
- Esta madrugada - interrumpió mi regaño.
- ¿Disculpa?
- No la traje anoche sino esta madrugada, me espero a fuera del antro y la traje conmigo.
- ¿Y de pérdida te tomaste la molestia de preguntar su nombre?
- No - respondió marcando claramente las letras con sus labios, sonrió con diversión.
- ¿Y de eso va todo? ¿Sólo significan sexo para ti?
- Ella buscaba eso, yo no la busqué a ella, no tengo por qué pensar en algún tipo de consideración por ella.
- ¿Sabes que lo que haces no está bien? Las mujeres no son un juguete que puedes utilizar para satisfacer sus más bajos instintos.
- No estoy jugando con ellas, son ellas quienes me buscan y saben lo que obtendrán, ninguna podría ser más que un simple acoston.
- Un acoston que podría provocarte una enfermedad de transmisión sexual o terminar en un embarazo no deseado con una criatura que no tiene culpa de las estupideces de dos mayores - grite.