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La mayoría de los estudiantes se encuentran en los clubes, mientras los demás estamos en nuestros dormitorios, debido a que es de noche. Me coloco unos pantalones de pijama negros con bolitas de colores y una sudadera, me hago una coleta, pauso la serie coreana que estaba viendo en mi laptop y salgo por algo de comer, mejor dicho algo de cenar.

En pijama.

— Buenas noches Susana — Saludo a la señora de la cafetería. Susana me sonríe con amabilidad haciendo que las arrugas de sus ojos se marquen con mas intensidad — Veo que también haces turno en la noche.

— Asi es querida, cuando no tienes personas que viven contigo la vida es muy aburrida, por eso estoy aquí  — deja salir una carcajada y al mismo tiempo que guiña un ojo dice — Además el buen dinero no le hace daño a nadie.

— Seguro que si — le sonrió y ella de inmediato empieza a hablar de lo que hay para la cena.

— Como hoy es la primera noche, el director y Alfa, ordeno que les diéramos una noche agradable — Sentí el olor, pero preferí que ella me lo dijera — Varios tipos de pizzas y refresco, agua o jugo.

— Dos porciones de esa y una Coca, por favor— Mis manos estaban en el bolsillo de la sudadera donde tenía el móvil y las llaves.

— Para llevar o?.....

—  Me lo llevo — Arrastra la cajita con las pizzas junto al vaso de coca y lo tomo en mis manos dispuesta a irme, pero un olor conocido me detiene y miro hacia los lados, pero al no encontrar nada muevo levemente la cabeza tratando de enfocarme y dedicarle una sonrisa casi tranquila a la señora Susana. 

— Buenas noches señorita Abigail, disfruta tu cena — me dice Susan guiñándome un ojo.

— Gracias Susana, ten una lida noche — Me encamino al dormitorio, con algunas miradas y ceños fruncidos curiosos. Subo el ascensor y entro a mi habitación, me siento en el balcón junto con mi laptop a la izquierda y mi cena a la derecha, cuando estoy por morder el primer bocado, tocan mi puerta.

— ¡Voy! — Me arrastró con mis sandalias hasta la puerta, el mismo olor de hace rato se posa en casi toda la habitación, de pronto siento como la sangre que fluye dentro de mi se hace notar. Abro la puerta y me encuentro con el chico rubio que de una vez lo asocio como el chico del ascensor.

— Hola — Me sonríe ampliamente.

— Ho-Hola  — saludo con la misma sonrisa.

Su sonrisa es contagiosa.

— Quiero hablar contigo ¿Puedo pasar? — Me dice echando un poco su cabeza hacia atrás.

— Emm, claro — Le hago señas de que entre y me corresponde. El se sienta en el mueble redondo que tanto me gusta, mientras yo me siento en el balcón, donde estaba antes.

— ¿Gustas? — Le pregunto señalando mi pizza, pero el niega divertido — ¿No te importa verdad? — señalo la pizza en mis manos.

— Está bien puedes comer — Se hecha una carcajada — No eres de por aquí ¿cierto? — asiento bebiendo de la coca — lo sabia, siento una conexión extraña contigo, desde que nos topamos en el ascensor y locamente no eh dejado de pensar en ello y es extraño, porque no es una conexión de un Alfa con su luna es mas distinto, tan raro que me dio curiosidad.

— Ustedes si que hablan raro — Digo cuando le doy varios mordiscos a mi pizza.

— ¿De que hablas? — Sus ojos perfectamente azules casi idénticos a los míos, solo que los suyos son más llamativos. Me miran con las cejas casi juntas.

— Mmmh, pues ustedes hablan de Lunas, Alfa, Betas, Mates y cosas así, tú me comprendes — me encojo de hombros y el asiente no muy convencido.

— No sabes nada — Se pasa una mano por su cabello rubio, despeinándolo todo — Empecemos otra vez, Soy Assher Mack ¿Y tú?

— Abigail Turner — Dejé dé tomar mi refresco y le doy una sonrisa.

— Espero seamos amigos Abigail o al menos podernos conocer — Me dice estrechando mi mano.

— ¿No eres una especie de psicópata o algo asi, no?— Sonríe otra vez.

— ¿Por que dices eso? ¿Piensas que en cualquier momento te podría hace algo? — Dice tapándose la risa con una mano.

— Tal vez... Ya sabes no puedo confiar en una persona que he visto solo dos veces, tal vez estés tramando un plan para descuartizarme mientras me sonríes gentilmente.

Eso hace que estalle a carcajadas y yo trato de reprimir mi sonrisa apretando los labios y elevando una ceja. Deja de reírse y con la compostura recobrada me mira sonriendo.

— Si te hubiese querido descuartizar, ya lo hubiera hecho desde bastante tiempo ¿No crees? 

— Créeme esas palabras no me consuelan, mas bien me hacen querer no conocerte, pero ya veremos si eres o no en realidad un psicópata.

Assher asiente con una expresión divertida en su cara.

—  Creo que seria un placer ser tu amigo, Abigail.

—  Por ahora no digo lo mismo, tuve muchas malas experiencias con las amistades —  me veo a mi misma abriendo la boca, no tengo idea de por que dije eso.

— ¿Por que lo dices?

Abro la boca  luego la cierro sin decir nada, desvío la expresión agridulce de mi cara al recordar el pasado y trato de sonreírle. Meneo las manos haciendo negaciones y digo.

— No es algo de lo que hay que preocuparse ahora. 

Assher iba a decir algo, pero fue interrumpido por el timbre de su teléfono. Lo saco miro el nombre y se levanto.

— Perdón Abigail, tengo que irme, nos vemos por ahí mas tarde, fue un gusto reírme un poco contigo y hablar claro.

Asiento y me levanto para acompañarlo a la puerta y cerrarla con seguro de una vez. Me dejo caer en la cama y miro al techo pensando en lo que acababa de pasar. He hablado con un chico y no me he trabad. He hablado con un chico agradable durante mas de media hora y no me ha humillado. He hablado con alguien quien eh visto dos veces y se siente como si fuéramos cercanos de toda la vida. Nunca había sentido algo asi nuca, de los jamases.

Paso los dedos por mi collar y sigo pensando. me coloco de lado y dejo que el sueño me gane.

ASH

La Leyenda Del Collar De MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora