XI

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Ana.

Al recibir la llamada de Christian pensé que algo malo le había ocurrido, después de no habernos visto durante dos largas semanas.

Pero cuando llegue al Escala y vi que todo estaba en perfecto estado, supe que había caído en la trampa.

Me recibe en el pasillo con una hermosa sonrisa, que se le borra al mirar mi expresión.

- Te arrepientes de haber venido, ¿cierto?
Yo asiento lentamente sin saber cual será su reacción.

- Lo siento sí pensaste que algo había ocurrido, sólo quería que vieras algo que he hecho.

Tomó con algo de incertidumbre la mano que me ofrece.

Me lleva a la habitación que yo llegue a ocupar hace un par de meses atrás. Dejo escapar un pequeño jadeo cuando veo la nueva decoración de la habitación.

Las paredes han sido pintadas de un color gris cálido, no tan claro ni tan oscuro, sólo perfecto. Donde antes había una cama ahora hay una cuna abarcando ese espacio, una linda cuna de madera blanca, junto a la cuna hay una mecedora, en la pared derecha hay un par de estanterías donde se pueden ver varios juguetes y peluches de distintos tamaños y colores.

Toda la habitación es hermosa. Me adentró más a ella, tocando las paredes con la punta de mis dedos. Pongo mi mano izquierda en mi vientre, donde antes estaba mi pequeño bebe u no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. Era tan pequeño.

Volteó a ver a Christian que está aún junto a la puerta, al mirar las lágrimas acumuladas en mis ojos, da grandes zancadas para venir a mi, y fundirse en un fuerte abrazo. Cálido y fuerte, perfecto. Como siempre lo ha sido.

- Lo siento tanto.- digo entre sollozos.

- Chis... Chis...- dice meciendome en sus brazos.- Casa vez que me dejas me doy cuenta de mi errores.- alzo la mirada y veo que sus ojos también tienen lágrimas, pero su sonrisa no se borra.

- Tu también sufriste y me he portado como una perra contigo.- digo poniendo mi rostro en su pecho, escuchando los latidos de su gran corazón.

- En eso si estoy de acuerdo contigo.- escucho una pista de gracia en su voz. Volteó los ojos, hasta en estos momentos se burla de mi.

- No me voltee los ojos, señora Grey.

- Se ha burlado de mi, señor Grey. Como no quiere que lo haga.- digo soltando una risita, me da un beso en la frente.

- ¿Por qué has cambiado la habitación?- pregunto moviéndome en sus brazos, para que me suelte del fuerte agarre. Me hace un puchero que hace que sonría.

- Quería que supieras que estoy listo para otro bebe, que esta vez no reaccionare como un idiota asustado y que en cualquier momento estaré a tu lado, sólo existiremos nosotros tres.- dice mirando a su alrededor, su mirada es soñadora. Como sí estuviera imaginando como será nuestra vida en un futuro con un hermoso niño de cabello cobrizo corriendo a nuestro alrededor.

- Me encanta la idea.- digo antes de procesar mis palabras.

- ¿Cuándo comenzamos con la construcción? - dice cuando comienzo a caminar hacia el.

- Ahora.- digo poniendo mis manos en su nuca acercándolo a mi.

Cuando su boca choca contra la mía siento como sí fuera la primera vez que nos besamos. Su boca cálida cubre la mía con cuidado, como sí temiera que me fuera a escapar. Pone ambas manos en mis caderas, mueve las suyas haciendo que sienta su erección chocar con la parte correcta.

Lo arruinaste || Fan MadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora