-Se los juro, esa niña es el mal- Demi abrió mucho los ojos. Alex intercambió miradas con Arturo.
-¿Qué hizo Canelita para que digas eso?- preguntó Alex, comiendo de su hamburguesa.
-Ayudó a la señora de la tiendita de la esquina de mi casa, con unas cajas- enumeró con sus dedos- luego me cedió el paso cuando ella había llegado primero, después cuando le dije que olía mal no me miró feo y sólo se limitó a limpiarse con servilletas, ¡Y después se despidió como si nada!- negó lentamente- Es perverso
Ambos chicos frente a él volvieron a intercambiar miradas, para luego comenzar a reír.
-En serio, sigo sin entender tu odio- Alex negó divertido.
-Sí, Miranda es una linda niña, no entiendo por qué la odias- secundó Arturo
-Sé que planea algo, nadie puede ser feliz todo el tiempo- entrecerró los ojos- Cuando se revele y los asesine sin piedad, entonces me reiré de su sufrimiento.
La seriedad no duró tanto en aquella mesa bajo el gran manzanero, pues los dos menores soltaron carcajadas estruendosas que llamaron la atención de varios chicos cerca.
-Eres gracioso
-Gracioso será cuando esa mocosa te secuestre y te prostituya en un motel barato para después venderte al mercado negro.
Las risas volvieron a resonar por el jardín, incluyendo las maldiciones del pelinegro sobre sus supuestos amigos que no hacían más que burlarse de él.
-¿De qué crees que se rían?- preguntó una curiosa Cindy mirando a Alex, quien reía con más ganas.
-Quizá Demi contó un buen chiste- Miranda se encogió de hombros.
-Hablando de Demi,- Candy la miró- ¿Lo hiciste?
Las mejillas de Miranda no tardaron en adquirir aquel tono rosado tan lindo.
-¡P-por supuesto que no! Él me odia, es inútil.
-¿Por qué dices eso?- preguntó Cindy estirando el brazo para agarrar su jugo de fresa.
-Porque ayer me dijo que olía mal- abrió mucho los ojos- ¡Y yo nunca huelo mal!
La dos castañas se rieron levemente por lo que la rubia entrecerró los ojos mirándolas mal.
-Yah, Miranda, no te enojes- Cindy tocó su brazo, enviándola una sonrisa inocente- La verdad no entiendo porqué te odiaría, no le has hecho nada.
-¡Exacto!- Miranda alzó ambos brazos- Ese chico me molesta. Siempre que quiero ser amable con él, es gruñón. Y cuando me lo topo en la calle y lo saludo, él me ignora. ¡No lo entiendo!
-Vaya, Miranda enojada- Candy alzó ambas cejas- y por un chico. Quién lo diría.
La rubia suspiró- No significa nada.
-¿Ah no?- Cindy intercambió miradas con Candy- ¿Recuerdas el día en que no podías dejar de ver como jugaba fútbol y dijiste que tenía un buen...?
-¡Cállate, cállate!- se apresuró a cubrir la boca del contrario sintiendo las mejillas propias arder- Acordamos no volver a hablar de eso. Ya cambiemos de tema
-Bueno bueno- Candy hizo una mueca- Recuerden que el sábado hay paseo de perros.
-Ah sí, lo había olvidado- Miranda suspiró- Será divertido, ¡Ya quiero que llegue el sábado!
Acrualización: 4 estrellitas y 2 comentarios
Recuerden tomar mucha agüita, usas cubrebocas y amarse tanto como lo hago yo
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¡Perversamente adorable!
Teen Fiction>>Mírenla, siendo tan linda y adorable... debe ser un truco, quizás trama algo. Esta niña no es normal, es demasiado amable para ser real, debe ocultar algo realmente oscuro.<< ¡Es perversa! ¡El mal personificado! Si buscas en el diccionario la pala...