Diakko [Historia Principal]

I

Una alegre mañana se cernía sobre la academia mágica para brujas "Luna Nova".

Después del terrible accidente en el que un misil casi acababa con el mundo entero y que un grupo de valientes brujas lo haya detenido a toda costa. Parecía que la magia volvía a sus momentos de esplendor, además de que el mismo Monarca de Gran Bretaña agradeció en persona a éstas valerosas brujas...Bueno en fin Luna Nova volvía a ser una academia respetada y famosa ante los ojos curiosos del mundo...

-¡DIANA OHAYO!-el grito retumbó en el comedor, ya se había hecho costumbre que una castaña Japonesa, entrase corriendo a saludar a una seria rubia.

La nombrada levantó su vista del periódico con seriedad, miró a la causa de que su tranquilidad se fuera por el caño cada mañana y con un porte característico de la nobleza contestó.

-Buenos días para ti también Akko-devolvió el saludo para continuar con su vista en las noticias. Había pasado dos meses y los artículos sobre ellas salvando el mundo se seguían vendiendo como pan caliente a mitad de la Segunda Guerra Mundial.

-¡sigues leyendo el periódico rubia!-exclamó una burlona Amanda, tomando la taza de té de Diana y dándole un pequeño sorbo. Hizo una mueca rara apresurándose en dejar la taza en su lugar-¡Por Dios rubia, deberías tomar algo más que ese apestoso té!.

-si tanto te molesta...entonces deja de beber de mi taza y cómprate lo tuyo-la respuesta llevaba un tono brusco, dejó salir un suspiro para mostrar su molestia.

-¡vamos, vamos! ¡ya salvamos el mundo, creo que hacerse amigas no es imposible! ¿O si?-intervinó Akko con una sonrisa nerviosa. Desde el incidente en el que la castaña se perdió en medio de una nevada y que Diana le encontró, a Akko le gustaba pasar mucho más tiempo con la malhumorada, presumida, en seriada y sobre todo linda rubia.

El problema venía cuando juntabas a una Gringa alocada y rompe-reglas, con una Británica presumida y estudiante modelo. Simplemente las dos chicas no podían soportar estar a un lado de la otra y por más que Akko hubiese salvado al mundo, traído nuevas reformas y hecho tontería y media, la pobre Japonesa se consideraba incapaz de lograr, aunque sea, cinco minutos sin que ninguna de las dos se pelearán y provocaran la Tercera Guerra Mundial.

-¿Amiga de esta estudiante modelo?-interrogó Amanda realizando exagerados ademanes, que a una velocidad increíble acababan con la paciencia de la Cavendish-Ni aunque me dieras tu turno en la escoba-la burla llevaba cierta tirria enterrada.

-Ni quién quisiese ser amiga de una salvaje como tú-respondió con actitud despectiva la rubia, tomó un sorbo a su té y le dedico una sonrisa burlesca que provocó que Amanda dejase de sonreír y truncase el ceño.

-¿Salvajes? Ustedes los Británicos siempre han sido unos opresores ¡Ja!-rechistó la peli colorida apoyando sus manos en la mesa, la mirada que le dedicó a Diana le incitaba a la rubia a contestar de nuevo.