Capitulo 3

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La tormenta no dura siempre

La hora había llegado, se coloco su vestido que llevaba guardado en el ropero mas de siete años, aquel vestido que solo dos ocasiones pudo poner, ya que Ernesto lo miraba demasiado corto y vulgar, pero a ella le encantaba, era rojo y corto hasta las rodillas con escotado al frente, si, esta noche lo sacaría del clóset y lo desempolvaria, se lo iba a poner sin duda alguna, no era negativa, y pero no negaría que tenia algo de temor que ya no le entrará, su cuerpo no estaba tan cambiado, seguía siendo pequeña, delgada, solo su rostro cambio a uno mas maduro, pero notaba que en esencia era la misma valery, ¿cuando habia perdido el rumbo de su vida? la respuesta era obvia, el día que se enamoro de Ernesto, ella entrego cuerpo, corazon y alma.

—¡Estas fabulosa mujer!, Eres preciosa—se repetía frente a su espejo segura de si misma y de como habia quedado.

Aún tienes tu toque sexi, seras la envidia de muchas—sonrió.

Una vez lista, tomo un taxi, hoy no partiría en su auto, conocía a Mona ella se encargaría de que su noche sea fenomenal y que incluso se olvidara hasta del apellido. Bajo del taxi y entro al bar, que sin duda estaba repleto de gente y mostraba un buen ambiente, era viernes por la noche y muchos de esos lugares se llenaban, todos quería desestresarse de una semana de trabajo, inhaló aire y entro segura, con la mirada buscaba a Mona y la visualizó, ella llevaba un vestido color negro sencillo, pero ideal para la ocasión, le estiro la mano saludándola para que la viera, camino hacía donde ella estaba.

—¡Gracias por invitarme Mona!— gritó fuerte junto a su oído, ya que la música era demasiado alta.

—Me alegro que hayas venido, estas preciosa, —la adulo.

Quien iba pensar que debajo de toda tu ropa seria y recatada de oficinista, estaba una mujer muy bella y sexi — la abrazo y sento junto a ella, le decía lo guapa que estaba.

—Esta noche Valery es para divertirnos, ire por unos tragos ¿qué bebida tomas?— le pregunto

— La verdad solo eh probado la cerveza y vino, no tengo idea de que beber — respondió insegura, ella no había probado mas que cerveza y vino .

— Pues amiga lo siento por tí, esta noche beberás téquila ¡si señor! ademas ya viste el escenario que esta ahí— lo señaló —, hoy es noche de música viejita pero sabrosa, es mi noche favorita, veremos a muchos cantar canciones viejas y nos estaremos burlando de su fea interpretación— le dijo y se río, mientras se dirigía por las bebidas.

Mona fue por ellas y trajo consigo una bandeja con dos caballitos y una botella de téquila.

— Hoy sera tu día amiga, toma— le entregó el caballito lleno de la bebida—; esto se bebe rapido, primero, le indico, en tu mano tomas un pedazo de limón, le agregas un poco de sal y chupas, luego sigue el caballito y listo—le explicó Mona haciendo la demostración a Valery.

Valery hizo lo mismo, pero no tardo y empezo a toser, ya que el téquila le quemaba la garganta.

—¡Santo cristo! ¿En serio Mona?  esta cosa esta demasiado fuerte, sentí que ya mero expulso mi pulmón mujer, ¡rayos que fuerte esta! por tanto toser hasta mis lágrimas salieron — le dijo mientras se reía fuerte y se limpiaba las lágrimas que habían salido por la tos.

— ja, ja, ja amiga y eso que apenas llevamos el primero, mi objetivo esta noche es al menos acabarnos esta botella o la mitad.—lavantó  la botella  con su mano y la sacudió—, mira amiga creo que la noche se pondrá mejor —, señaló el escenario.

Dos mujeres estaban preparándose para cantar, se notaba que ya llevaban mas de una copa encima, cayéndose y caminando con dificultad, sonreían tratando de sostener el micrófono y evitando que este se cayera al suelo.

La manzana de la discordiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora