Capitulo 6

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Bastaba con una sola mirada de mi padre y yo sabía muy bien que me quebraría a llorar, con mi padre puedo sentir la protección, lo amada y bendecida que eh sido por tenerlos a ellos, mi padre siempre ha sido mi ejemplo a seguir;  y mi madre es la persona mas buena, cariñosa, y bondadosa que conozco, pero igual tiene un carácter que solo saca cuando es necesario, y mas cuando se trata de defenderme, recuerdo cuando una ocasión en la iglesia me empujaron por unos niños, y ella les reprendio, les regaño muy feo que incluso dos de esos niños le dijeron a sus padres, y ellos vinieron a buscarle pleito a mi mamá,  mi mamá no se dejo porsupuesto y los puso en su lugar.

—mi niña, no quiero preguntar mas pero.— comienza a hablar mi padre mientras comemos, —; no me gusta verte triste, anda acuerdate que la vida se vive solamente una vez,  y uno debe aprovecharla al máximo.

—lo se papi y lo lamento—es que no entiendo que hice mal, o por que mi matrimonoo fracaso—le digo mientras intento no llorar

—no mi niña, no hiciste nada mal,— mi mami se levanta y limpia mi rostro—  simplemente cuando algo no funciona tarde o temprano se termina, él no te supo valorar y lo lamentara.

—asi es mi niña—me abraza fuerte mi papá— no queda mas que continuar, y sonríe, ahora llora; por que llorar no es de débiles, al contrario saca todo lo malo y luego cuando acabes promete nunca volver a reclamar un lagrima por el.

—si papa— gracias.

Terminamos de comer y entre platicas, mi padre me dice que ya tiene mas ganados, que sus gallinas aumentaron y mi mamá, es famosa con sus buñuelos, ya que le hacen encargos por que es la única que los hace tan deliciosos y esponjaditos. Mi padre y ella se aman a pesar de los años, negarles que peleaban es mentira, peleaban claro que lo hacian, pero siempre se contentaban .

—mi niña, ¿estas segura que el hijo que tiene esa mujer no es de Ernesto? — me pregunta mi papá.

Tuve que contarles toda la historia, a ellos, no podía mentirles, y despues de hacerlo siento que mi ánimo mejoro, que me quite un peso de encima, las dos semanas con mis padres pasaron rapido, era momento de regresar a mi casa, hare una renovación, sacare todas sus cosas, y se las dejaré en la puerta, al fin y al cabo la casa es mía, yo la pago y esta a mi nombre. Me despido de mis padres y me marcho de vuelta a mi casa.

—hogar, lindo hogar—suspiro y lleno de aire mis pulmones, le pago al taxi y bajo mis maletas.

—gracias—le digo al taxista.

—no hay de que, se ve mejor que antes.—, me dice el taxista sonriendo 

—y lo estoy—le aseguro—es el mismo taxista que me llevo con mis padres.

Abro la puerta, y noto que las cosas estan igual que cuando marche, Ernesto no vino el tiempo que yo me fui, ¡bien! manos a la obra, me recojo el cabello en un moño y me pongo unos shorts comodos, empiezo empacar su ropa, sus historietas, los voy sacando todo en la calle, le marco para que venga por ellas.

 —Ernesto—le digo nerviosa cuando me contesta el teléfono—ven por tus cosas que estan en la calle.

—pero que carajos te pasa Valery, como se te ocurre sacar mis cosas, esa tambien es mi casa, —me grita furioso.

—ven por ella, o se la llevaran los vagabundos—le digo y cuelgo.

Media hora despues tengo a un insistente Ernesto golpando la puerta.

—pero que te pasa Valery, ¿por que sacaste mis cosas?, estas loca mujer—me reclama y se pone a la ofensiva.

—mira dejemos las cosas muy claras, la casa es mía, tú ya vives con otra, te quiero fuera de mi casa ahora mismo, y a pronto te llegaran los papeles de divorcio, espero lo firmes—le digo serena.

—yo no firmare nada, eres mi esposa, y la casa es mía, tanto como tuya, y si quieres pelea, asi sera, te quitare la casa y todo

—¡noooo! la casa es mía, —le digo ya enojada—tú no puedes quitarme nada más, ¡eres libre! vete con ella y tu supuesto hijo, pero a mi dejame tranquila, llevate tus cosas, y no vuelvas—termino de decirle.

—¿Si asi lo quieres Valery? asi sera, te quitare todo, y te dejare sin nada, ya me conoceras, tengo que velar por el bienestar de mi hijo.—me amenaza.

—perfecto, no se hable más; te llegara en pocos días mi abogado—le digo y lo empujo a la calle.—ahora fuera largo de mi casa, recoge tus cosas si no quieres que se las lleven—le digo y le doy un portazo en la cara.

—¡Valery te arrepentiras, juro que lo haras!—me grita, mientras golpea la puerta.

Me recuesto en la puerta mientras cierro los ojos, este dolor pasara y todo mejorara, me digo a mi misma, las cosas pasan por algo y mientras mas rapido sucedan es mejo, el cambio es bueno, y para mi vienen cosas mejores, con ese pensamiento me levanto y hablo al cerrajero, cambiare las chapas de la puerta, asi el no volvera a entrar.

Esto es el inicio a una mejor vida, de ahora en adelante, hare todo lo que no hacia con él......

La manzana de la discordiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora