<°>Lollipop<°> [+21] (Completa)

Capítulo 1

Advertencia: Esta es una historia que puede herir la susceptibilidad del lector. Se recomienda discreción ya que contiene escenas explícitas de carácter sexual.

Si no te gusta este tipo de contenido, no lo leas.

¿Crees en el destino? Que simplemente todo está escrito, que no importa las decisiones que tomes o lo que hagas, el destino hará que te juntes con la persona con la que estás destinada a pasar el resto de tu vida. ¿Crees en las casualidades? Que todo lo que te pasa es pura coincidencia, que no hay nada escrito y que todo pasa por accidente. 

Me gusta pensar que es un poco de los dos. A veces la vida te hace unas jugadas que tu no esperas. Unos días sientes que la vida te sonríe, que el sol sale para ti, pero otros días sientes que las nubes nublan la luz, que la vida te da la espalda. Todo se trata de la actitud con la que ves la vida. 

Solía creer que cada uno creaba su propio destino, pero desde que lo conocí a el empeze a creer que el destino ya estaba escrito.
Yo tenía 10 años, mi cabeza siempre estaba pensando en algo, trataba de descubrir cómo funcionaban las cosas. Hacía muchas preguntas a mis padres, quizás estaban hartos de mi, pero aun así con una sonrisa siempre me daban una respuesta. 

Me gustaba observar las estrellas, la luna, las nubes. En las noches me acostaba en el jardín a mirar el cielo estrellado, a mirar cómo las estrellas fugaces pasaban de un lado al otro. Cuando era de día miraba hacia arriba y trataba de encontrarle forma a las nubes, para mi tenían forma de animales, perros, gatos, pájaros, elefantes, etc.

A los 12 años empecé mi vida ninja. Soñaba con ser la mejor, con volverme fuerte y ayudar a los demás. Me había prometido a mi misma no llorar fuera cual fuera la situación que me tocara enfrentar. En mi primer día conocí a una niña de mi edad llamada Ino, ella era muy buena conmigo y las dos entrenabamos juntas. Ino me había contado sus metas y sueños, eran parecidos a los mios, quizas por eso nos llevábamos tan bien. 

En mi equipo, el equipo 7 eramos 3. Dos niños uno pelo negro azabache y el otro rubio. Los dos siempre pasaban discutiendo. Llegué a pensar que el niño de pelo negro llamado Sasuke me odiaba. Me ignoraba. Cuando le hablaba o le preguntaba algo él solo me contestaba con monosílabos y a veces solo gruñia. Todo lo contrario con el niño rubio llamado Naruto. Él parecía tenerme un gran aprecio, podría hasta jurar que yo le gustaba. Me trataba como a su hermanita menor. Luego que nos juntaron en el equipo 7 llegó nuestro sensei era 14 años mayor que nosotros, tenía el pelo color plata y su bandana cubría su ojo izquierdo además de una máscara que no dejaba ver completamente su rostro ya que tapaba su boca. Era muy extraño, siempre andaba consigo un libro el cual leía frecuentemente mientras nos ponía a entrenar. 

Pasó el tiempo y todos nos empezamos a llevar muy bien. Íbamos juntos a muchas misiones y pasábamos juntos la mayor parte del día y a veces pasábamos hasta un mes juntos fuera de casa. Esto hizo que nos conociéramos más. 

Cada uno tenía su propia meta. La meta de Naruto era convertirse en Hokage. El era el hijo del cuarto Hokage pero no lo había conocido porque él y su madre habían muerto cuando él era apenas un bebé. Al formar el equipo 7 nosotros fuimos su familia. La meta de Sasuke era vengar a su clan el cual había sido exterminado por nada más y nada menos que su hermano mayor Itachi. Sus pensamientos eran de venganza, en su corazón no había espacio para el amor. No había espacio para nadie. Tonta de mi parte, pensé en ayudarlo a desistir de su venganza, le ofrecí mi amor y el siempre me rechazó y me humillo. Trate de aguantar las lágrimas pero no era fácil. Nadie antes había roto mi corazón. 

Los años pasaron ahora tenía 15 años. Mi cuerpo y mi mente comenzaron a madurar. Ya no pensaba cómo la niña indefensa de hace 3 años. Me estaba volviendo más fuerte. Mis sentimientos también habían cambiado, ya no sentía nada por aquel chico frio. Entendi despues de muchos desplantes que el nunca me querría, así que me propuse olvidarlo.