Capítulo 9

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Empacamos algo de comida para el almuerzo de dos días ya que nos quedaríamos a dormir al aire libre. Llevábamos una tienda de campaña, bolsas de dormir y cañas de pescar. Salimos del apartamento con dos grandes mochilas y nos dirigimos a nuestro destino, las afueras de konoha. Ahí encontraríamos el cauce de un río donde pescaríamos y a la orilla de este acamparíamos. No podía parar de sonreír. Estaba en un lugar realmente bello junto a la persona que más amaba en el mundo. Todo era perfecto. 

Después de caminar por un largo tiempo llegamos a nuestro destino. Levantamos la tienda de campaña y pusimos nuestras cosas dentro. 

-Todo esto es tan divertido, me gusta acampar- dije sonriendo.

 -Me alegra que estes feliz- me dijo.

 Lleve conmigo un traje de baño para meterme al lago. Me fui a cambiar y cuando salí vi sus ojos llenos de deseo posados en mi. Le indique que me acompañara y él rápidamente fue a cambiarse. Los dos estábamos dentro del agua.

 Jugábamos cómo dos niños. Luego el se acerco a mi

 -¿Estás seguro que no habra nadie cerca de aquí?- pregunté alejándome un poco.

 -Estoy seguro, no te preocupes

 Me acerque a él y le di un beso. El me correspondio. El beso se fue profundizando aún más. Sentí un calor en mi interior. Le puse fin al beso.

 -Siento que alguien nos puede descubrir- Él se desanimó. 

-Te entiendo. Si no quieres, no te obligare a nada- El siempre tan respetuoso, me hacia desearlo más.

 -El problema es que sí quiero- dije sonrojada.

 Me acerque a él sin que nada más me importara y empecé a besarlo intensamente mientras acariciaba su cuerpo mojado.

Podía sentir su creciente erección y comencé a tocarla. Él gimió.
-¿Te gusta?- le pregunté con una mirada pícara. 

-Tu sabes que sí- me contestó dándome otro beso. 

Empecé a quitarme el traje de baño hasta quedar completamente desnuda y lo invité a hacer lo mismo.

Gracias al agua pesaba menos y el me pudo cargar. La urgencia de ambos era tanta que no hubo juego previo. Yo estaba lista para recibirlo. Introdujo de una sola estocada su virilidad en mi interior y me robó un fuerte gemido.

Los vaivenes continuaron hasta que ambos quedamos sin aliento y llegamos juntos al clímax.

Salimos del agua y nos secamos. Entramos a la tienda para cambiarnos y luego decidimos comer algo; saque los sandwiches que había preparado antes de salir y nos pusimos a comer.
Luego nos sentamos a descansar al pie de un árbol.

 -En que piensas?- Lo mire a los ojos.

 -En que quisiera que este día nunca terminara- conteste. 

-Lo se.

Por la noche encendimos una fogata y hablamos de todo un poco. Nos haciamos bromas el uno al otro. La pasabamos bien. A pesar de la diferencia de edades éramos almas gemelas.

Era hora de dormir. Hacía frío y los dos nos cubrimos con un cobertor grande que había traído. En la tienda de campaña habíamos dejado una especie de agujero en la parte de arriba para poder ver las estrellas y la luna. Él sabía que eso me encantaba. Para nuestra suerte había lluvia de estrellas. Pedí un deseo.

 -Kakashi pide un deseo- le dije.

 -¿Que debería pedir?- dijo el. 

-Lo que tu quieras- Cerramos los ojos y pedimos nuestros deseos. El mío era estar siempre a su lado.

<°>Lollipop<°> [+21] (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora