Un año antes:
El sonido agudo que emitió el silbato del árbitro me hizo regresar de mis pensamientos. El marcador iba tres a uno, a favor de nuestro equipo y como ya es costumbre, Paige fue la encargada de anotar el tercero. La observo desde las gradas, su rebelde cabello rizado está recogido con una liga, este le llega hasta su cintura, el sudor baja por su cara, brazos y muslos, su pecho sube y baja muy rápido, lo que me indica que está cansado y su respiración se nota tan agitada cómo nunca la he visto. Le da indicaciones a su equipo durante todo el partido y no pierde su vista de la pelota, así como yo no pierdo mi vista de ella. Estoy tan atenta a sus movimientos, son muy precisos y eficaces. Desde aquí se observa la pasión y desempeño que pone cada vez que juega.
No sé cuánto tiempo llevo observándola y creo que se ha dado cuenta, ya que en este momento nos estamos mirando. Me da una cálida sonrisa, y yo muy feliz se la devuelvo, quita nuevamente su vista y se vuelve a concentrar en el partido y yo en ella. Pasaron aproximadamente tres minutos, cuando sentí una mano en mi hombro, era Gabriel uno de mis mejores amigos tratando de decirme algo, pero esto era casi imposible porque los sonidos internos de la cancha eran muy fuertes. Gabriel tenía unos ojos cafés preciosos y tan pequeños que cuándo sonreía casi no se le ven. Su piel era tan pálida como ninguna otra. Su estatura era promedio, lo último que supe gracias a que estábamos peleando por quién era más alto es que medía 1.68 m. En sus pómulos resaltaba que tenía un poco de acné. Su nariz es un poco torcida pero pequeña. Tiene un lunar muy visible en la parte superior de su labio. Uno de los mayores pasatiempos de él es que le encanta escribir. Lo cual me favorece bastante ya que siempre me ayuda con las tareas de literatura porque siempre se me olvidan hacerlas.
- Hey, ¿No quieres salir de aquí a tomar algo? - preguntó casi gritando.
- No gracias, estoy bien, aparte el partido está muy interesante- Le respondí también gritando para que pueda escucharme. Lo que ellos no podían saber era que no estaba por el partido en sí, si no por una de las jugadoras que tiene una sonrisa encantadora. Ella es simplemente perfecta tanto su físico como también su personalidad y actitud, bueno así la recuerdo yo.
- ¿Qué le vez de interesante? Sólo son personas peleándose por una pelota, la verdad no le veo mucha ciencia a esto- nos interrumpió Julia, la cual acaba de llegar con su novio Maikel.
- Bueno, no es mi problema que tú lo veas de esa manera- pronuncié de mala manera.
《Para mí el fútbol es un deporte muy bueno, interesante y un arte físico en el cual puedes experimentar muchas emociones- terminé de pronunciar y no, no les estaba mintiendo del todo, a mí siempre me había gustado el fútbol desde que estaba muy pequeña.
Si tú lo dices- pronunció alzando sus hombros y cruzándose de brazos con indiferencia.
- Bueno Julia, si a Hanna le gusta esto y lo disfruta, déjala, si a ti te molesta, bien te puedes ir, nadie te obliga a quedarte- dijo Gabriel demostrando su descontento por su actitud hacia ella.
- Si amor, si quieres nos podemos ir a otra parte, yo no tengo ningún problema- pronunció esta vez Maikel con un tono pícaro que todos llegamos a notar pero nadie dijo nada por su bienestar.
- Bueno, está bien- dijo Julia con una sonrisa en su rostro- Adiós chicos, nos vemos mañana- terminó de decir para después alejarse con Maikel de la mano. Definitivamente no me gustaba para nada su actitud en muchas ocasiones.
Suena el silbato nuevamente y esta vez estaba indicando la finalización del partido. Las chicas salen de la cancha para poder tomar agua y refrescarse un poco, los chicos comienzan a calentar ya que dentro de diez minutos ellos deben de jugar. Veo a Paige conversando con una chica del equipo contrario con una botella de agua en su mano, la veo sonreírle, parece que se llevan muy bien y sinceramente me alegra por eso, Paige es una chica que no le gusta que haya rivalidades entre equipos, siempre que puede trata de tener amistades con las chicas y chicos de los otros equipos, siente que el fútbol es un deporte donde se debe de compartir y divertirse, siempre ha visto el fútbol más allá de una competencia.

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Ramé
Novela Juvenil"Algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo, pero que tiene que ser escondido para no ser dañado" y eso, es lo que más definía la relación de Hanna y Paige. Hillary Moreira y Soffity González.