Narrador desconocido:Mis ojos poco a poco se empezaron a abrir, mi cuerpo duele, no me puedo mover. Mis labios están secos y rotos, los humedezco con mi lengua pero esto sólo provoca que comiencen a arder.
Trato de orientarme y enfocar bien mi vista pero me cuesta un poco.Mi cabeza también duele, trato de mantenerla levantada para calmar el dolor pero no puedo hacerlo. Mientras, detallo que mis manos están atadas y puedo ver que mis pies también.
No sé cómo llegué aquí ni cuánto tiempo llevo en este lugar, pero necesito escapar. Mi cuerpo está caliente, odio el calor, no puedo seguir aquí, estoy empezando desesperarme, trato de recordar cómo llegué aquí, pero se me dificulta.
Puedo ver una silueta acercándose es un chico, sin embargo, no logro ver bien su rostro, me está hablando estoy tratando de escuchar lo que dice mas el dolor de cabeza y el horrible sonido que no deja de atravesar en mi oído me lo impide, al menos hasta que se acerca y logro detallar lo que dice.
-Hey, ¿Me estás escuchando?- pronunció -¿Tan fuerte fue el golpe en tu cabeza?- siguió diciendo.
-¿Qué hago aquí?- logré pronunciar débilmente debido a que mi cabeza no lograba funcionar por completo
- ¿Qué es lo qué quieres de mí?- pregunté haciendo notar el miedo y la desesperación en mi tono de voz, el cual lo empecé a subir exageradamente sin darme cuenta.
- Shhh, no grites -me silencia- te repito que estamos en un lugar un poco lejos de la ciudad- dijo el chico que sigo sin reconocer- sí exacto, aunque nadie te escuche sería realmente odioso escucharte gritar o alterarte, así que o tratas de calmarte y dejas de gritar o tomaremos otras medidas para que lo hagas- escucho de una joven que se encontraba sentado en un viejo sillón a un lado de dónde me encontraba.
- Bueno como te decía la razón por la cual estás aquí es porque me aborrece lo que haces y me das asco. Los gays son una asquerosidad que no deberían de existir.- replicó tomando un cigarrillo.
- ¿Y eso te da derecho de secuestrarme?- pregunté en un tono que demostraba mí furia.
- Te daré una lección para que dejes de hacer cosas anormales y asquerosas- dijo en un tono que me dio tanto asco y repulsión pero a la vez un miedo terrible sobre lo que me pudiera llegar a hacer.
¿Y tú crees que con matarme llegarás a eliminar a todas las personas homosexuales?- pronuncié con un tono de sarcasmo intentado cubrir el miedo.
- Vámonos, no vale la pena en este momento -le dijo la chica mirándolo mientras el me veía fijamente.- No te salvarás de mí tan fácil- dijo mientras se alejaban por un pasillo el cuál no había visto.
¿Qué habrá pasado con ella? ¿La tendrán capturada también? ¿Le habrán hecho daño? Pensé mientras trataba de calmar el dolor de cabeza tan insoportable. Tengo que salir de aquí lo más antes posible antes de qué me hagan algo.
Empiezo a detallar el lugar, parece una casa normal, está oscuro, por lo que deduzco que pueden ser más de las seis, el piso es de madera, pero fina, cómo si fuera una de esas cabañas que usamos los ricos para vacacionar, las paredes son de un tono blanco pero hay una pared en especial que resalta por tener un tono tan negro cómo la noche, estamos en la sala, los sillones son de un color negro, con una alfombra igual a las paredes, blanca, y con una pequeña mesa cuadrada sobre ella que es de vidrio con las patas negras combinando así con los sillones y la pared.
A lo largo sé ve lo que parece el comedor, ya que hay una mesa de madera con un vidrio por encima pero se ve muy espeluznante ya que tiene platos en el lugar adecuado de cada uno como si fuéramos a comer en este momento y la cocina se ve muy largo por lo tanto no puedo detallarla muy bien, sin embargo se ve una cocina muy moderna junto a un refrigerador de un tono gris las dos cosas y una isla en medio de la cocina tan grande como la de mi casa.

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Ramé
Teen Fiction"Algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo, pero que tiene que ser escondido para no ser dañado" y eso, es lo que más definía la relación de Hanna y Paige. Hillary Moreira y Soffity González.