Un sábado por la mañana mientras Juliana hacía su rutina de yoga en el mini gimnasio que tenían instalado en su departamento, Valentina se sintió inspirada para escribir los votos matrimoniales que recitaría en su gran día y con los cuales uniría su vida, ante la ley de los hombres, con su amada morena de ojos café. Llevaba varios días intentando hacerlo, pero siempre algo se interponía y le impedía colocar en palabras aquellas promesas que deseaba regalarle al amor de su vida en el día de su boda.
Se preparó un poco de infusión y se sentó en la sala frente a su iPad para empezar a escribir. De inmediato se remonto al momento en que se conocieron en el aeropuerto, a la manera en que su corazón pareció estallar en latidos cuando vio por primera vez sus hermosos ojos marrones y como sintió vibrar cada fibra de su ser cuando se reencontraron en el avión que las llevaría al inicio de su aventura. Al comienzo de toda su historia de amor.
En aquel instante volvía a revivir esas sensaciones que ahora quedaban minúsculas porque su amor ya no era ni por asomo lo que fue en un primer instante, ahora era más fuerte y sólido. Se conocían más, se amaban con más intensidad y con menos miedo, lo que les permitía vivir más a plenitud. Se acompañaban, se contaban todo, se mimaban y apoyaban en cada paso por mínimo que fuera.
Recordó las dudas iniciales que vivieron ambas y el temor a enfrentar lo desconocido, ese pánico que amenazaba con apartarlas de la felicidad que hoy poseían. Sonreía sin darse cuenta al pensar en la manera en que Juliana estuvo dispuesta a ir por ella a Londres y como ella misma transformó todo su mundo para seguir a su alma gemela. Por supuesto que no se arrepentía, a pesar de no tener cerca a su madre y su hermana, era el ser humano más feliz del planeta. Naia y su Juls le llenaban la vida de toda clase de momentos y emociones. Por eso cada día su amor por ambas crecía y crecía, como si no existiera limite alguno dentro de su pecho.
Tomó un sorbo de su infusión y observó la fotografía que servía de bloqueo de pantalla en su móvil, en la misma ambas aparecían abrazadas sobre un coche viejo que encontraron cerca de su Airbnb durante su primer viaje a México. Esas fueron vacaciones inolvidables para ambas, no solo por ser las primeras sino porque Juliana la invitó a conocer un poco de su país natal. Recorrieron varias ciudades a lo largo de 25 días maravillosos para ambas, empezando su travesía en Ciudad de México y visitando otras seis hermosas ciudades que sirvieron para conectar a la morena con sus raíces y a Valentina para conocer un poco más de sus orígenes mientras descansaban y disfrutaban de su amor. Días y noches de romance y diversión, de amor y pasión desmedida, de ganas y deseos, de aventuras y locuras.
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Tu, Yo & Nuestra Historia
FanficEste fic narra la historia de dos jóvenes cuyo destino las pone en el lugar y momento justos para cambiar sus vidas y unirlas para siempre. Juliana Valdés es una joven diseñadora que vive la vida en constante libertad en todos los aspectos, y Valen...