vainilla boy || minsung

6

mientras ambos seguían disfrutando de la compañía del contrario comenzó a caer la noche, y por supuesto las noches en otoño eran bastante heladas. jisung comenzó a temblar.

—hace frío minhonnie...— el mayor recordó lo que felix le había aconsejado en ese tipo de situaciones.

—deberíamos ir a casa.— jisung asintió poniéndose de pie.— pero primero...— minho se quitó la chaqueta que traía puesta quedándose solo con el delgado suéter del uniforme.

—g-gracias...— jisung se sonrojó ante el repentino gesto del mayor.— pero te dará frío.

—yo estoy bien.— mentía. la verdad era que minho en ese momento estaba a punto de morir congelado, incluso era incapaz de controlar sus constantes escalofríos. pero mientras minho se sintiera cálido a el no le molestaba dejarle incluso sus pantalones.

—tengo una mejor idea.— jisung se quitó la chaqueta y puso la mitad de ésta sobre el mayor.— tu chaqueta es bastante grande.— se acercó a minho mientras tomaba uno de sus brazos y los pasaba por sobre sus hombros apegándose más a su cuerpo.— creo que así será más cálido para ambos.

minho no lo entendía, ¿como diablos podía existir una persona tan adorable? más bien, ¿como alguien tan adorable terminó gustando de él?

caminaron abrazados bajo la gran prenda de minho sintiéndose mucho más cálidos de lo que esperaban. mientras más se acercaban al hogar del menor, más aumentaban sus ganas de quedarse así, juntos.

finalmente llegaron, ambos con una pequeña sensación de tristeza al tener que separarse. jisung se separó lentamente de minho cubriéndose del viento helado que azotó con fuerza su delgado cuerpo.

—nos vemos mañana sung.— dijo minho mientras volvía a ponerse su chaqueta.

—nos vemos minhonnie...— el mayor le sonrió agitando su mano en señal de despedida para luego girarse y comenzar a caminar hacia su hogar.— ¡espera!— minho se detuvo al escuchar el llamado de jisung. éste se acercó al azabache pasando sus brazos por sobre sus hombros y acercando su rostro lentamente, juntó sus labios en un corto y suave beso.

—sung...— el azabache seguía sorprendido y con el corazón latiendo con fuerza.

—ahora sí, hasta mañana minhonnie.— le dedicó una dulce sonrisa y volvió corriendo hasta el interior de su hogar.

minho vio al menor despedirse con la mano antes de entrar y sonrió increíblemente feliz.

—tan lindo... realmente eres algo increíble, han jisung.

minho volvió a su casa. esa noche apenas logró dormir debido a su corazón latiendo como loco, todo lo contrario a jisung, quién esa noche durmió como un bebé ya que una sensación de felicidad recorría cada extremo de su corazón.

la mañana del día martes fue un tanto caótica en la casa de los han's, todo comenzó cuando el castaño anunció que sus sentimientos eran correspondidos.

—mami~ adivina quien confesó sus sentimientos y además fue correspondido.

—¿changbin?— el castaño rodó los ojos.— es broma, ¿realmente salió todo bien?— asintió frenéticamente con una gran sonrisa en el rostro.— ¡HAS CRECIDO TANTO! estoy muy feliz por tí.

—gracias mamá, también estoy muy ¡muy feliz!

—¿entonces ya son novios?

—si... ¡no! oh por dios, olvidé la parte más importante, ¡no le pedí ser novios!

—dios mío, ¿por qué me diste un hijo tan lento?— jisung rió mientras negaba con la cabeza.— ¡jisung, es super tarde!— el nombrado se fijó en la hora y faltaban solo cinco minutos para que sean las ocho. tan rápido como sus extremidades se lo permitieron, tomó sus cosas y salió corriendo, no sin antes besar la mejilla de su madre.