vainilla boy || minsung

epílogo

cuatro años pasaron. ambos ya eran universitarios con una vida bastante buena.

gracias al apoyo de sus padres y a sus trabajos de medio tiempo consiguieron reunir el dinero suficiente para por fin mudarse juntos.

chris había vuelto a su país natal y decidió invitar a sus amigos a pasar las vacaciones en australia. todos tenían un trabajo estable y una buena paga por lo que no fue demasiado complicado lograr viajar hasta allá. minho era el más emocionado con la idea, había planeado algo hace mucho tiempo y la invitación de chris fue su salvación.

después de muchas horas de viaje por fin llegaron. en el aeropuerto chris y su novia los recibieron sonrientes.

—chicos...— los menores corrieron a abrazar a chris mientras los demás sonreían enternecidos.— wow... ¿acaso se volvieron más guapos?

—es rubio otra vez...— los tres miraban el cabello del mayor, este simplemente sonrió.

entre bromas y risas caminaron hasta llegar al hogar de chris. los tres menores corrieron a la playa mientras los demás comenzaban a desempacar.

—¿en qué momento lo harás?— minho rascó su cabeza nervioso.

—en la noche supongo.— felix esbozó una sonrisa.

—mucha suerte bro.

un par de horas pasaron y los dos menores regresaron con el estómago rugiendo por el hambre.

—¿dónde está jisung?— minho miraba detrás de ellos buscando alguna señal de su novio.

—dijo que quería relajarse un poco en la playa. no lo entiendo, aquí hay videojuegos.— minho sonrió.— creo que le iría bien un poco de su compañía hyung.— el mayor asintió de acuerdo y salió de la casa.

justo al lado había una pequeña tienda. guardaba la esperanza de encontrar lo que buscaba.

miró entre la gran cantidad de cajitas de leche y encontró, afortunadamente, la favorita de jisung. vainilla. sin pensarlo demasiado pagó por ella y salió de la tienda camino a la playa. a lo lejos pudo divisar a jisung sentado mirando hacia el mar. se acercó cauteloso hasta posicionarse a su lado.

—¿qué hace un chico tan lindo como tú solo a estas horas?— el menor alzó la vista y sonrió al ver a su novio.

—estaba esperando a algún chico guapo que me viniera a hacer compañía, afortunadamente ya llegó.— minho sonrió pasando su brazo por la cintura de jisung.

—¿sucede algo? ¿estás bien?— jisung negó con una sonrisa en el rostro.

—solo estoy demasiado feliz...— minho no dijo nada más, simplemente rodeó
completamente al menor con sus brazos.— te amo demasiado minhonnie.— el mayor sonrió sintiendo sus mejillas tornarse rojas.

—sung, ¿recuerdas esto?— del bolsillo de su polo sacó una envoltura, "sándwich de pollo".

el menor soltó una gran carcajada, claro que recordaba muy bien esa envoltura.—no puedo creer que aún tengas eso... pero la verdad es que también guardo la cajita de leche.

—son objetos icónicos de la primera vez que nos vimos, ¡no podíamos desecharlos!— jisung volvió a reír para posteriormente apoyar su cabeza sobre el hombro de minho.— compré algo para tí.— estiró su mano entregándole la caja de leche. gustoso la acepto quitando de inmediato la pajilla.

—¿qué es esto?— preguntó para sí mismo. minho desvió la mirada y carraspeó.

jisung seguía intentando remover una protuberancia en el lugar donde se encontraba la pajilla. cuando finalmente logró quitarla, la cajita de leche terminó en el suelo.— qué... minhonnie, ¿qué es esto?

—siempre te he recordado lo mucho que te amo, pero los hechos valen más que las palabras.— a ese punto jisung ya se encontraba derramando lágrimas de felicidad.— siempre has logrado sacarme una sonrisa, me haces feliz sin siquiera intentarlo, incluso cuando discutimos estoy feliz por tenerte. así de precioso eres para mí, lo normal sería querer mantenerte a mi lado para siempre, ¿no?— jisung era incapaz de decir algo. era entendible, no todos los días el amor de tu vida te propone pasar el resto de tus días a su lado.— es muy triste el ambiente tan poco romántico y la forma tan simple en que te lo estoy pidiendo, pero créeme que no es algo en lo que quiera pensar demasiado cuando ya tengo clara mi respuesta. me hubiera gustado hacerlo en corea, pero ambos sabemos que la situación de allá es muy distinta a la de australia. eres libre de responder como quieras, sabes que te esperaría para siempre, no tienes por q-

—sí...— respondió entre sollozos.— te amo tanto... s-sería el más grande de los tontos si no aceptara.— ahora el que se encontraba llorando era minho.

llenos de lágrimas se abrazaron. minho agradeciendo a todos los santos existentes por haber hecho realidad uno de sus mayores deseos y jisung observando completamente feliz el anillo sobre su dedo y disfrutando la calidez del que sería su futuro esposo.

luego de un par de palabras bonitas y besos regresaron a la casa de chris. se encontraban todos viendo una película. el mayor miró en dirección a minho y alzó una ceja recibiendo un asentimiento y una sonrisa por parte de minho. se unieron al grupo de amigos disfrutando de su compañía.

diciembre del año siguiente.
16:30 horas.

minho llevaba al menos 20 minutos encerrado en el baño. en media hora estaría a punto de llevar a cabo uno de los momentos más importantes de su vida y decir que estaba nervioso era poco.

—minho, lee minho, lino...

—¡déjame, estoy tratando de procesar esto!

—¡jisung se cansará de esperarte y te dejará plantado en el altar si no sales!— y eso bastó para que el azabache saliera rápidamente del baño.— buen chico.

por otro lado jisung se había acabado casi diez cajitas de leche de vainilla.

—¡dios mío jisung, vas a vomitar!

—claro que no, todo está bien, todo está perfecto.— changbin rodó los ojos y volvió su vista a la carretera.

ahora solo faltaban cinco minutos. todos los invitados sentados en la gran cantidad de asientos formados de manera ordenada. La misma playa donde le propuso matrimonio.

minho temblaba en el altar e incluso el cura que los casaría aguantaba las ganas de reír.

tanto la madre de jisung como la de minho estaban en los primeros asientos, juntas y al borde de las lágrimas.

todo el cuerpo de minho se tensó cuando un auto gris se estacionó cerca del lugar. de el bajó changbin quién de inmediato corrió a la puerta de copiloto dejando a la vista a jisung. hace unos diez años minho se veía casándose con una linda chica aunque no le gustaran y formando una hermosa familia. ahoraora tenía algo mejor que eso. un chico precioso que lo ama con todo su corazón, es adicto a la leche de vainilla tanto como lo es a los besos de su novio y además, del cual está completamente enamorado.

la ceremonia transcurrió sin ningún problema. se podían oír personas sollozando en varios puestos. una de esas personas era changbin. no podía ver a jisung sin sentir como si su hermano menor se estuviera casando, era demasiado el orgullo, de igual manera terminó contagiando a felix.

—pueden besarse los novios.

minho miró a jisung. el traje blanco se veía realmente precioso en el, sus mejillas abultadas y rojas combinaban perfectamente con sus labios rosados, sus ojos se veían pequeños y brillantes debido a la hermosa sonrisa que tenía en ese momento. un sentimiento de amor indescriptible llenó el pecho de minho haciendo inevitable que terminara atacando sus labios fundiéndose en un beso suave y profundo.

todos los invitados celebraron la unión de minho y jisung, después de todo el
casamiento de dos personas que se aman con toda su alma es algo digno de apreciar.

—te amo tanto...

—¿más que a la leche de vainilla? — el menor rió.

—mucho más que a la leche de vainilla.

y volvieron a besarse, sin intenciones de perderse algún suspiro del contrario.