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luego de casi una semana jisung por fin pudo regresar a clases.

minho fue cada día a cuidar de su novio, más que cuidarlo terminaba durmiendo a su lado después de largas y divertidas conversaciones que mantenían al menor distraído.

como cada mañana fue a buscarlo a su casa. esperó un poco ya que el menor tenía una animada conversación con su madre.

—¡cuídate mucho han jisung! no querrás parar en el hospital.

—estaré bien mamá, minho cuidó bien de mi y lo sigue haciendo. además se cuidarme solo, soy casi un adulto.— jisung la miró con los ojos entrecerrados.

—bien bien, confío en que así sea.

minho se acercó tímidamente al par y saludó con la mano.

—b-buenos días.

—¡minho!— jisung corrió a abrazar a su novio mientras sonreía de manera infantil.

—así que, ¿casi un adulto?— jisung le lanzó una mirada "intimidante" a su madre y volvió su vista al mayor.— buenos días, minho.

—vámonos...— el pelinaranja tomó la mano de su novio mientras asentía.

comenzaron a caminar lentamente hacia la escuela, aun era temprano y realmente querían aprovechar su tiempo juntos.

el mayor, por alguna extraña razón, estaba actuando más cariñoso que de costumbre, por supuesto jisung no se quedaba atrás, pero para el era normal ser cariñoso a menudo.

llevaba más de un minuto abrazando a jisung y no parecía tener intenciones de soltarlo.

—¿q-que pasa minhonnie?— el castaño seguía aferrado al cuerpo del mayor mientras este lo rodeaba con sus brazos abrazándolo con fuerza.

—te extrañé tanto...— jisung sintió como sus mejillas se tornaban rojas y una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

—nos estuvimos viendo toda la semana.

—pero no aquí, me sentía tan solo...

—ouch.— una tercera voz se escuchó a sus espaldas.

—sin ofender, felix.

—¿que hacen aquí? las clases comenzaron hace diez minutos.

—mas bien, ¿que haces tu aquí?— acusó el azabache.

—yo...— jisung vio como de uno de los baños salía su mejor amigo, con el cabello desordenado y algo desorientado. miró al australiano con una sonrisa ladina.— si, eso.— admitió sonrojado.

el día pasó rápido para todos. los dos menores se encargaron de acaparar toda la atención del castaño, para desgracia de minho. el pelinaranja solo podía observarlos ardiendo en celos y maldiciendo en voz baja. felix y changbin hacían un gran esfuerzo para no reírse mientras el mayor tensaba la mandíbula.

al final del día minho prácticamente corrió hasta el salón de clases del menor para así evitar que sus "demoníacos" amigos volvieran a apartarlo de su lado. minho se asustó de sus propios pensamientos, el nunca había sido una persona posesiva y temía dañar al menor de esa manera. minho sabía que jisung lo quería, pero eso no evitaba que pensamientos negativos inundaran su cabeza y lo llenaran de dudas. de igual manera éstos desaparecían cuando lo veía a el, mostrándole esa hermosa sonrisa y sus
características mejillas sonrojadas que sin duda, eran solo suyas.

para minho, jisung era casi como un ángel. no solo por su apariencia, sino también por su gran corazón y personalidad brillante. se sentía la persona más afortunada en la tierra por conocer a alguien así, tanto que a veces deseaba tenerlo solo para el y
protegerlo de todo mal, por mas egoísta que se oyera.

vainilla boy || minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora