Déjame en Paz

James

Había pasado casi un mes desde que Regulus y él habían comenzado esta 'relación cordial' como alguna vez la había llamado el Slytherin y James todavía no se atrevía a hablar del elefante en la habitación, no era un secreto para James que el joven Black llevaba tatuada la marca tenebrosa, Regulus se dio cuenta que James la vio el día en que lo saco del agua, pero el Gryffindor nunca ha querido sacar el tema porque tiene miedo que Regulus lo tome mal y toda su 'relación cordial' termine; pero como siempre su espíritu curioso (chismoso) de Gryffindor y sus ganas de ayudar a Regulus a como de lugar le ganaban, él solo quería saber si podía hacer algo para apoyarlo.

Estaban frente al lago, en el escondite donde Regulus pasaba la mayoría de su tiempo libre, James se empezó a acostumbrar a estar ahí con el Slytherin, a veces hacían sus deberes o también podían hablar por horas, de quidditch, astronomía o la escuela, James le había prometido a Regulus sus pergaminos del curso pasado para que Regulus pueda empezar a estudiar para sus timos, gesto que el Slytherin agradeció bastante; pero muchas veces solo estaban acostados en el pasto en total silencio, eso para ambos era un deleite, simplemente estar tranquilos sabiendo que el otro estaba justo a lado, era algo que tanto James como Regulus disfrutaban mucho, aunque tal vez ninguno lo diga en voz alta.

Nunca ha sido un silencio incomodo y los dos sabían cuando el otro quería estar así, tan solo con mirarse, ninguno había notado la clase de complicidad que eso conlleva.

- Y... ¿tienes mucha tarea? - Regulus levantó la mirada de sus deberes para encontrarse con los ojos marrones de James.

- No, ya solo me falta este pergamino, ¿por qué la pregunta?

- Bueno, no sé, pensaba que podríamos nadar un rato

- Puedes ir a nadar tu solo, yo no tengo ganas.

- Nadar solo no es divertido. - Decía James mientras hacia un puchero

- ¿Si me meto a nadar contigo, solo 10 minutos, me vas a dejar terminar mi tarea?

- ¿30 minutos? hecho. - Regulus puso los ojos en blanco, pero decidió seguirle el juego a Potter

James trató, pero no pudo evitar sonrojarse al ver a Regulus quitarse la camisa, no entendía muy bien qué le pasaba con Regulus, él sabía que era algo nuevo, tal vez solo es cariño, es el hermano menor de Sirius y aunque nunca tuvieron una amistad formal, de hecho pasar el rato en las tardes, según Regulus, no los hacía amigos, el hecho de ambos ser cercanos a Sirius creó en James un sentimiento de hermandad, aunque eso no explica los sueños que ha tenido con el menor de los Black, esos pensamientos los guardaba muy bien en su mente porque lo único que hacían era generarle pánico.

Regulus

Regulus no sabía muy bien porque había dejado a James pasar las tardes con él, tampoco entendía porque le seguía el juego a todo lo que el Gryffindor sugería, por eso no podía creer que estaba frente a James Potter, solo usando bóxers y por alguna razón empezó a sentirse nervioso al ver al Gryffindor adentrarse en el lago, no podía quitar lo ojos de -la sexy espalda de Potter- ¿sexy? ¿por qué pensaba eso de una espalda? en serio estaba perdiendo la cabeza.

Empezó por meter su pies al agua y pudo sentir lo fría que estaba, ya empezaba a sentirse el cambio de estación, aguanto respiración para lanzarse de una al lago, no quería esa sensación lenta y horrible al entrar en agua fría; cuando saco la cabeza para por fin tomar aire, pudo ver a un sonriente James con el pelo mojado y los lentes un poco chuecos y no supo en que momento le estaba regresando una sonrisa complice.

Después de pasar casi todas las tardes con Potter, Regulus aún no se animaba a preguntarle por Sirius, sabía cosas de dominio público, como que sale con el chico Lupin, pero quería saber más, ¿cómo había estado Sirius cuando llegó a casa de los Potter? ¿habrá hablado de él alguna vez? Lo único que necesitaba era saber que su hermano estaba bien, pero no se atrevía a preguntarle a James.

- Un knut por tus pensamientos.

- Mis pensamientos valen mucho más que un knut.- Regulus le regalo una sonrisa altanera.

- Bueno, entonces juguemos 20 preguntas.

- Creí que íbamos a nadar, ahora veo que solo querías tenerme desnudo.- james se sonrojó y trató de acomodar sus gafas para taparse un poco el rostro.

- Solo quería entrar al agua, además tu puedes hacer la primer pregunta, si quieres.

Regulus no tuvo que pensar demasiado, había algo que quería saber desde el día en que James lo saco a rastras del lago, incluso más que tener información sobre Sirius.

- ¿Por qué te importa?

- Tienes que ser mas especifico Regulus.

- Yo, ¿por qué te importo yo? eso dijiste, ese día.

- Bueno... yo, es complicado, solo sé que no puedo evitarlo, querer que estés bien o saber si te pasa algo, tampoco quise evitarlo, no sé por qué, pero no quiero que te pase nada malo nunca, además Sirius nos tenia a nosotros cuando se fue y yo no sé si tu tuviste a alguien contigo o...

- ¿Es por lastima?

- No, nunca ha sido por lastima, te lo juro.- Regulus sonrío tímidamente.

- Es tu turno.

Pasaron varias rondas de preguntas; sobre sus cosas favoritas, momentos en sus vidas, incluso James se atrevió a preguntarle sobre su vida amorosa.

Regulus empezó a sentirse cada vez mas confiado con las preguntas y cuando James preguntó por cómo estaba después de la huida de Sirius, Regulus aprovechó esa ventana para hablar de su hermano.

- No la pase muy bien la verdad, mi madre estaba tan enojada, quemó el tapiz familiar y mi padre solo estaba demasiado callado, no fueron días buenos.

- Lamento que hayas pasado por eso.

- Me toca, ¿Sirius ha hablado de mi? puedes ser sincero, no importa si no lo ha hecho.

- Si lo hizo, el día que llegó a la casa, me contó lo que pasó, sobre su pelea y créeme Regulus, a él le dolió mucho dejarte así, pero al día siguiente dijo que ese tema ya era del pasado y nunca ha vuelto a mencionar a nadie de tu familia, incluyéndote.

- Es bueno saberlo.

- Lo siento.

- No importa, otra vez te va.

- ¿Por qué tienes la marca tenebrosa?. -James empezó a sudar frío pero era ahora o nunca.

- ¿No es obvio? Sirius se fue y me dejo todo el peso del apellido a mi.

Ambos se sintieron nerviosos por esa respuesta y por primera vez un silencio incomodo se formo entre ellos; Regulus salió rápidamente del lago y comenzó a cambiarse, con James siguiéndole los pasos.

- Por favor no te enojes, solo era curiosidad.

- Esta bien, no importa, ya me tengo que ir. -el tono frío que uso Regulus le puso la piel de gallina al Gryffindor

- Quiero que sepas te te puedo ayudar, si lo necesitas. -James no tenía idea de que con esa frase se arruinaría todo lo que construyeron.

- ¿Y quién te dijo que quiero tu ayuda, San Potter? ¿te crees mejor porque tus papis son buenos?

- Solo quiero ayudarte.

- No quiero tu ayuda, solo ¡déjame en paz!

- Por favor Regulus no puedes ponerte así, solo escúchame, es obvio que no quieres ser parte de eso, te conozco y sé que no eres así.

- Tú no me conoces, que te la pases pegado a mi no significa que sepas algo real sobre mi, no soy un proyecto Potter, no eres todo poderoso para sacarme de este hoyo.

Regulus salió corriendo de ahí, no podía aguantar más las lagrimas, ¿quién se creía ese idiota? Potter nunca iba entender por lo que pasaba, no quería ser mortífago, odiaba que su mamá y su estúpida prima lo hayan metido, pero James no era su salvador, sabía que su enojó no tenia que ser dirigido hacia Potter, pero no pudo evitarlo, nadie podía salvarlo y que James le ofreciera una salida, lo había hecho explotar.