Varios días habían pasado desde el encuentro entre Candy y Terry y la Rubia no podía alejar de su mente el instante en que vio los safiros desafiantes del castaño
- Candy.... Candy..... Caaaandyyyy!!!
- Ah? Si Annie
- Tierra llamando a Candy en que pensabas
- No.... No en nada en particular
- Señoritas acérquense por favor - dijo Imelda entrando en la cocina
- Si, Madame Imelda – dijeron las muchachas parándose en frente de la mujer mayor
- Saldré por unas horas les pido de la manera más atenta que realicen sus tareas lo mas silenciosamente posible ya que el Señor Richard esta descansando y necesita paz y quietud les quedo claro?
- Si madame Imelda
El ama de llaves salió de la cocina dejando a las dos jóvenes solas
- Y bien? - dijo Annie mirando a la rubia quien se había puesto pensativa nuevamente
- A que te refieres?
- Me refiero a que nuevamente estas distraída, dime que te sucede?
- Ya te dije que no es nada Annie - dijo Candy
- Ah Candy que bueno que te encuentro – dijo Yosefin con una charola en las manos - por favor podrías llevarle la comida al Señor?
- Pero Madame Imelda me prohibió acercarme a él
- Pero Madame Imelda salió y no creo que alguien vaya a decírselo
- No Annie será mejor que lo hagas tu
- Lo haría con mucho gusto pero debo seguir limpiando – dijo Annie saliendo de la cocina
Candy suspiró resignada y aceptó llevar la charola pero al estar en frente de las escaleras Annie pasó por su lado – no creas que escapaste de mi interrogatorio ya lo discutiremos en la noche - dijo a morena subiendo por las escaleras
- Hay Annie. te digo que no es nada
- Ya lo veremos
Candy subió por las escaleras hasta el segundo piso y caminó por el pasillo hasta estar en frente de la recamara principal - bueno aquí voy - dijo al rubia colocando la charola en su otra mano para luego girarla perilla, empujó la puerta el cuarto había una tenue luz y a un costado del cuarto estaba una cama enorme con cortinas a los costados pero cubierta por una suave seda, la rubia puso la charola en una mesita cercana a la cama
- Imelda ya te dije que no tengo apetito – dijo una voz del otro lado de la habitación,
A la rubia se había estremecido por la severidad de la voz – sabía que no debía haber venido ahora seguramente madame Imelda de regañará - se dio media vuelta tratando de escapar
- No eres Imelda te ordeno que vengas aquí
Candy resignada camino hacia el lugar de donde provenía la voz y vio asombrada un hombre de cabello castaño, con mechones grises sentado en una silla de ruedas – acércate y dime quien eres
El hombre al no escuchar una respuesta se giró lentamente -respóndeme cuando te ha..... – el hombre no daba crédito a lo que veía -Elianor no es posible tu estas....
- Señor se encuentra bien - dijo Candy acercándose
- No puede ser o será que al fin me volví loco amor mío al fin me perdonaste - dijo el hombre tratando de asimilar lo que sus ojos le mostraban
ESTÁS LEYENDO
AMOR, ESPERANZA Y ODIO
FanficLos personajes le pertenecen a Kyoko Misuki y Yumiko Igarashi