The Prince y la Onna

Capítulo 4: Yo te cuento y tú me cuentas

.- Ah.. Pri-Principe Damián.. 

 .- Al fin pude dar contigo, mujer vulgar. 

 .- ¿¡Ah!?  (¿Pero qué le pasa a este hvn? ¿Acaso olvidó mi nombre?) 

 .- Ah, príncipe, por favor. Le suplico que no se refiera a mi de esa manera, ya que, si no lo recuerda, yo tengo un nombre..-

 .- Lo sé, muy bien. Pero ese vocabulario que me mostraste en aquel momento, no merece ser reconocido por ninguna familia.

 .- ¿Ah..? Si.. supongo que tienes razón, mil disculpas por eso, joven príncipe.

 Carley tuvo que dar una pequeña reverencia de respeto a Damián; y es más que obvio decir que eso la irritó demasiado.(¿¡Mm!? ¿¡Pero qué le pasa a este tarado!? Encima de que me llamará de esa forma, me ofende metiendo a mi actual familia)

 .- Ahora que he recibido tu disculpa. Me gustaría aclarar contigo dos cosas importantes. 

 .- ¿Eh? ¡Ah, claro! Lo que usted diga, príncipe.

 Carley se confundió un poco, pues ella pensó que una simple disculpas todo el problema se iba a solucionar. 

 .- Primero, es sobre lo que me dijiste cuando nos encontramos por primera vez.

 .- ¿Eh? ¡Ah, si! Así que es sobre lo que le dije.. ¡En serio lo lamen..-!

 Justo en el momento donde Carley iba a pedir disculpas por segunda vez. Damián agachó un poco su postura perfecta y abrió sus brazos hacía los costados. 

 .- ¿¡En serio parecía un ser con mucha baba!? 

 .- ...... ..... ¿Eh? .... ..... ... 

 Y si lo hizo. Confundió aún más a Carley; y el porqué de la graciosa pregunta que Damián hizo, fue por no conocer los términos vulgares que utilizan los plebeyos de Perú. Aunque bueno, ni siquiera sabía los de su propio país. Además está el hecho de que a él le importa mucho como es que se ve ante los demás. Típico de un noble.

 .- ¡Hey, dime! ¿¡En serio lo parecía!?

 .- ¿Eh? No.. que mier..- ¡Es decir! ¡No! ¡Para nada, príncipe! Usted se veía bien, muy atractivo y buen mozo.. jejeje..

 .- Ah.. ¿De verdad? 

 .- ¡Si! ¿Como no? Ojo-jojojojo~ 

 Carley trato de imitar la risa de un noble de la realeza. Lo cual era raro, ya que, hasta la fecha Damián no había oído una risa así.

 .- Ah.. okey.. Me gusta oír eso.Damián volvió a su postura original, dejó de abrir los brazos y los puso a su lugar.

 .- Bueno, ahora lo segundo. Princesa, Carley. Escuche con atención lo que le voy a decir.

 .- ¿Eh? ¿Ah, okey? Lo haré si así lo quiere. 

 .- Bien..

 Damián se acercó a las barandas del balcón, apoyó sus codos en ellas un momento y dirigió su mirada a la gran vista de la ciudad. 

 .- Escúcheme bien, princesa, porque lo que le voy a decir hoy, nadie más lo sabe.

 .- ¿Eh?(Oe, firme.. ¿Qué pasa con este patita? Primero me ofende, luego me pregunta algo pendejo.. ¿Y ahora me dirá un secreto tipo "super confidencial de nobles"?) 

 .- Ah.. si, lo escucho, príncipe. ¿Qué es lo que me dirá? 

 .- Si, es..

 Damián volteó la mirada de la gran vista a la ciudad a los ojos de Carley; y lo hacía de una forma seria.