Quedarme contigo y Amarte

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Neji pensó hasta ese momento que sabía todo para sobrellevar una muerte de alguien cercano a él.

Pero se equivocó, la muerte de Asa lo había afectado a una manera diferente que la de su padre.

Mientras que la de su padre había sido íntima y había formado el carácter que definiría a la persona que era en ese momento, la muerte de su madre ausente por años había tocado una parte de él muy sensible sintiéndose dividido totalmente por como realmente tendría que sentirse.

Sentía enojo, la vida de su madre y la manera injusta en la que se le había tratado, la manera en la que había resultado todo y lo había abandonado para protegerlo.

Sintió una inmensa tristeza por los momentos que apenas recordaba de niño en aquella cabaña, por las últimas palabras de Asa sobre su última voluntad de verlo de nuevo aunque eso significara pagar el castigo del que había huído por años.

Gracias a todo lo que Asa le había mostrado antes de morir, Neji ahora podía notar fácilmente la diferencia entre todo antes de la actitud fría de su padre hacia la rama principal de la familia, después de su secuestro y cuando volvió a la mansión para que le colocarán el sello en la frente poco tiempo después.

Tenía tanto que pensar acerca de eso, por supuesto él no podía quedarse en el pasado por siempre, pero al menos lo haría por unos momentos, después de todo era tan humano como cualquiera para aceptar su dolor y vivirlo, si así lo quería en soledad.

Ese día Tenten había llegado a la misma hora del día anterior, haciendo exactamente lo mismo, hablando por horas como una conversación entre ambos, como si ella supiera que él la esperaba todos los días sentado en la oscuridad de la habitación.

Neji se dio cuenta que tal vez la voz de la castaña sería la única en todo lo que le quedaba de vida que nunca se cansaría de escuchar.

Incluso si no pudiera verla o no tuviera el valor de hacerlo como ahora.

No la culpaba, por supuesto que no podía, al principio había sentido una furia incontrolable hacia cualquiera que se hubiera atrevido a mencionar una sola palabra sobre su madre después de su muerte, pero al final Neji sabía que el dolor era el encargado de ese sentimiento que lo comía por dentro para encontrar un culpable.

Se había ido de la mansión Hyuga por la misma razón.

Para proteger a los que más quería de un posible arranque de ira que tal vez lo hubiera llevado a realizar acciones de las que se arrepentiría por completo después.

Prefirió aislarse para pensar con mayor claridad, para guardar luto por su madre recuperarse para volver a ser él de antes.

Pero con el paso de los días en los últimos meses se dio cuenta que no volvería a ser él mismo después de eso.

Lo había cambiado, pero no en un sentido dónde el mismo se perdería en carácter si no más bien analizaría mejor la situación y aprendería de ella.

Tenía mucho que agradecer a su madre, aún aparentemente abandonanolo lo protegió a su manera y hasta el último momento lo hizo, lo protegió de él mismo.

Tenten lo había protegido también, Neji no hubiera querido imaginar si habría matado a Asa o no con sus propias manos, no quería ni cuestionarselo.

La simple cuestión le daba miedo.

El mismo miedo que sintió ese día de estar apunto de perderse a si mismo.

Pero alguien tomó su mano después de eso y no la soltó.

La misma persona que ahora llevaba tiempo sin hablar antes de que anocheciera por completo, aquella que se disculpaba todos los días frente a la puerta.

El Secreto de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora