Capitulo #20

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Era de noche y otra vez el insomnio lo atacaba. 

Se encontraba en el laboratorio principal mirando a aquel niño que en menos en cinco semanas estaría listo para abandonar aquel estanque. Desde que Karin le había mencionado sobre su, recién descubierta, línea sucesoria, no había podido dejar de pensar en eso. Había sido hace solo una semana y parecía una eternidad. No se sentía ni un poco entusiasmado por el descubrimiento, para él su habilidad de licuar su cuerpo siempre había representado el rechazo de los demás, comenzando por su clan, así que no se le hacía nada atractivo pensar que él podría "pasarle" esa maldición a alguien más -o sea sus hijos. Y si a eso le sumabamos las complicaciones que implicaba esa acumulación involuntaria de electricidad...era un desastre.

"Creí que ya había superado eso de sentirme como un monstruo...pero otra vez me siento igual que en aquel tiempo" pensaba mientras miraba al niño mover sus piernas 

Fue sacado de sus meditaciones cuando Orochimaru abrió la puerta del laboratorio.

O: Qué haces aquí a estas horas niño? -preguntó con su peculiar tono

Suigetsu lo miró sin poder disimular su expresión decaída, el sannin caminó hasta quedar al lado de él, ambos mirando el niño.

O: No debes darle tantas vueltas a lo de tu ggekegenkai -el albino suspiró

"Siempre leyendome como un libro" pensó

O: Karin está haciendo un excelente trabajo para sacar esas reservas de tu cuerpo. Hoy comencé ayudarle con eso, así que pronto tendremos una solución. -el hombre de largos cabellos miró un breve momento al espadachín y luego volvió a hablar -Nunca quise estudiar esa parte de tu ADN, en ese entonces lo habría utilizado de mala manera y a ti no podría hacerte eso. Tu y Karin son los únicos que me quedan de los que realmente valora humanamente. Tu me buscaste y te pusiste en mis manos aún sabiendo lo que sería capaz de hacer contigo y Karin confió en mi como una niña pequeña confía en las promesas de su padre -escucharlo hablar así era extraño, pero no era la primera vez.

Suigetsu en ese momento volvió a sentir que podía ser sincero con el científico como lo había sido en el pasado. Después de todo, ese hombre que tanto daño había hecho, nunca había roto su promesa de darle protección si confiaba en él.

O: Te he estado observando y sé que algo sucede...

Orochimaru se disponía a irse cunado la voz del albino lo hizo detenerse.

S: Es igual que aquel día -su vista seguía fija en el niño, su voz era seria, vacía de emoción -. Me hace preguntarme porqué justamente yo. Mi cuerpo siempre ha sido la causa de que sea un monstruo y ahora...

Orochimaru se conmovió al tiempo que  comprendió

O: No sé porqué creció en mi el deseo de ser padre, fue de repente...Has madurado -Suigetsu  bajó la cabeza.

S: Lord...nunca había pensado en tener o no tener hijos, siempre he pensado que es porque es casi imposible encontrar con quien procrear...en kiri descubrí que me gustan mucho los niños. Sacan una parte de mí que creí que no existía...pero seguía pensando que no podría llegar a tenerlos por una cuestión de pareja...pero ahora tengo un buen motivo para despedirme de esa mínima posibilidad

Orochimaru no era sentimental como tal, pero su interior se removió al escuchar esas palabras, ese tono y mirar esa postura derrotada del espadachín. Se sintió realmente como un padre en ese momento. Un padre que se siente impotente por no poder hacer nada por su hijo.

O: Podrías ser un excelente padre, de eso no tengo dudas, incluso serás mejor padre para él -dijo refiriendose al niño atrapado -de lo que seré yo. Tienes más corazón...una línea sucesoria no debería ser algo malo. Tus inseguridades podrían costarte la felicidad -puso una mano en la espalda del peliblanco, dió media vuelta y se dispuso a salir de ahí, no sin antes dejar en el albino algo para pensar- Si deseas algo deberías dejar de poner excusas. Mira a ese niño, es mi hijo, porque YO quería un hijo.

La excusa perfecta «SUIKARIN»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora