Quizo levantar la mirada para saber quién entró, pero la pereza era fuerte, se sentía cómodo estando así, y no quería arruinar su tranquilidad. Se sentía como pocas veces podía. Y la sensación aumento cuando escucho el escritorio del frente ser ocupado y tras unos minutos de silencio, sintió una mano sobre su dual cabellera acariciando esta con ligera brusquedad pero lentitud relajante.
Se permitió cerrar sus ojos.
.
.
.
.
.
.
.
.
Probablemente llevaban así como 4 minutos. La sensación cálida volvía a alojarse en su interior y le hacía sentir tranquilo. Inhaló profundo y soltó todo el estrés que estaba acumulando a lo largo de su caótica vida, sentía que allí podía dejar su máscara de chico frío y distante, todas sus barreras se derrumbaban y su guardia bajaba totalmente, sus orbes se encontraban cerradas más no estaba dormido, sólo disfrutaba de la sensación, de la paz. ¿Quien diría que podría tener un momento así con aquella persona?
La mano ajena se detuvo, pero eso no afectó en nada al bicolor, mientras la mano siguiese allí, no tendría problema, y así fue, aquella mano no se retiró de su dual cabellera.
_Quieres ir conmigo a un arcade?- pregunto el heterocromatico, con tanta tranquilidad se le había olvidado ese asunto, pero su mente soltó la pregunta casi automática. Apoyó su mentón en sus brazos y levantó la mirada aún con la mano ajena sobre su cabeza. El adverso le observó con una ceja enarcada.
_Juegas bastardo?- respondió con otra pregunta, y aunque eso fuese de mal educación, para el bicolor era normal en aquel de mirada rubí. El azul y el gris reflejaban cansancio, pereza, pero también relajación, como la sensación que tienes al estar en tu lugar favorito cuando ya no tienes nada que hacer y puedes descansar de todo y todos.
_No...- fue su respuesta, bajo la mirada hasta pasarla en su mano que descansaba frente a su rostro, movió sus dedos y sus labios formaron una línea, estaba pensando, era fácil deducirlo, por ello el de mirada rubí se mantuvo en silencio, algo que cualquiera pensaría que era algo imposible-...Pero aprendo rápido..- dejo sus dedos en su lugar y levantó nuevamente las rubíes adversas con determinación. El cenizo le observo por milésimas de segundos, en sus labios apareció una sonrisa arrogante y acarició la cabeza ajena con leve brusquedad como si de un cachorro se tratara.
_Ja! Ten por seguro medio bastardo que te haré trizas!!- fue la amenaza del rubio, ganándose una pequeña sonrisa del medio albino.
_No la tendrás muy fácil- contraataco, la mano ajena se retiró de la cabellera dual, y por alguna desconocida razón, el vacío volvió nuevamente a su interior.
_Eso esta por verse bastardo- y así sellaron su desafío. El cenizo apoyo sus brazos sobre el escritorio del mitad-mitad y posteriormente su cabeza en sus brazos quedando ambos en la misma posición uno frente al otro, turquesa y azul frente al rubí brillante; se quedaron así por unos momentos. Y la sensación de vacío volvió a esfumarse siendo reemplazada rápidamente por aquella calidez pero aumentada.
_Dime la verdad bastardo..- aquella frase le tomó de sorpresa ¿a qué se refería? la curiosidad brillo en su mirada, el cenizo lo entendió rápidamente por lo que se apresuró a preguntar- de donde sacaste lo del arcade?- la pregunta le pareció lógica, claro, ¿de qué más preguntaría? Cerro sus orbes bicolores unos momentos soltando un suspiro, se sentía realmente tonto- si tu no juegas, dudo mucho que supieras siquiera que los videojuegos existen- tenía razón, la rasposa voz del cenizo decía la verdad, antes de ayer nisiquiera sabía sobre videojuegos o la existencia de los arcades, se pasó un pequeño tiempo investigando en su habitación por la noche, y realmente desconocía todo de eso, pero aprendía rápido, fácilmente podría averiguar cómo jugar.