Capítulo 7. Filtro amoroso

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-¿Dónde estabas?- Susurró Hermione a Ron, que llegaba tarde a clase.

-En el baño.- Fue lo único que se le vino a la mente.

Alzó una ceja.

-Draco me dijo que te vio hablando con Pansy.- Dijo la castaña luego de un largo silencio entre ambos.

-¿Le creíste?-

-No sé… por eso te estoy diciendo.-

-Si será niñato.- Espetó el pelirrojo.- Es un mentiroso, no creas nada de lo que dice.

Hermione volteó hacia el frente.

Ron acaricio su mano por debajo del pupitre.

El corazón de Pansy brincaba como loco del solo hecho de pensar que tenía el Filtro Amoroso dentro de su mochila; durante todas las clases lograba un puesto cerca de Malfoy y no dejaba de hacerle ojitos durante todo el periodo. Desde que él la llevó al baile estaba convencida de ser su pareja perfecta, esa noche fue la chica más feliz de Slytherin.

Esperaba el momento oportuno para tirar la poción dentro de su comida o bebida, manteniéndose cerca de él el mayor tiempo posible. Sabía que, ciertamente, existía una cura para la poción (era lógico) y por lo tanto el efecto no le duraría demasiado.

Pero se encargaría personalmente de ello.

Llegó la hora de la cena, lo siguió hasta la mesa, sentándose a su lado. Sin embargo el rubio ni siquiera la miró, en cambio no le quitaba los ojos de encima a Ron y Hermione, que llegaban tomados de la mano sonriéndose el uno al otro.

Sacó la botella debajo de su túnica y con un movimiento rápido dejó caer unas gotas en el jugo de calabaza de Draco, casi errando al devolverlo a su resguardo.

Entonces esperó con los ojos fijos en la copa, casi estallando de nervios.

Se sentiría luego culpable al estar haciendo aquello, si la descubrían sería expulsada. Aunque Ron la cubriría, o no?

El pelirrojo volteó hacia la mesa de las Serpientes, mirando a Pansy, esta le devolvió la mirada, algo asustada.

-Estás preciosa.- Draco persiguió a la morena hasta la sala común, sentándose a su lado mientras ella sonreía.

Él la miraba como si fuera Merlín en todo su esplendor, y no pasaron muchos minutos antes de que la besara. En definitiva Pansy se sintió arriba de un hipogrifo sobrevolando el bosque prohibido.

-Gracias, pelirrojo.- Musitó para sí.

Hermione se preparaba para dormir cuando una chica de pelo como el fuego entró en la habitación, con un pergamino en mano.

Le tocó el hombro para hacer que se volteara.

-Ginny.- Dijo la castaña.

-Creo que has perdido algo.- Alzó la carta.

-¿Dónde encontraste eso?- Abrió los ojos como si hubiera visto un Grimm.

-Aquí mismo.- Señaló el suelo.

-¿La leíste?-

Ginny asintió con la cabeza.

Hermione se dejó caer sobre la cama, sentándose.

-No te preocupes, entiendo por lo que estás pasando.- Se sentó a su lado. –Yo también estoy confundida… o lo estaba.

-¿Te refieres a Harry…?-

-Sí. Pero ahora estoy segura, quiero a Harry.-

Le sorprendía la confidencia y forma de siempre ir directamente de la pelirroja, y ahora no estaba tan asustada del hecho que supiese su "secreto".

I can't love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora