-Será mejor que le responda…- Masculló la rubia, mientras corría a su habitación para acompañar la acción a la palabra.
-¿Ahora qué…?-
-Nos ha dejado solos.-
-¿Quieres ir al jardín?-
-Por supuesto.-
Se sentaron frente a los Narcisos, uno de los pocos que todavía quedaba vivo puesto la mayoría del gran jardín estaba muriéndose por la falta de agua.
-Deberías contratar a un Jardinero.- Sugirió Hermione.
-No tengo muchas intenciones de hacer eso.- Contestó el rubio.
-¿Vas a regar tú las flores?- dijo ella en tono gracioso.
-Pues no soy jardinero y no me importa mucho que se sequen…-
-¿Son de tu madre, verdad?-
-Sí.-
-¿No te recuerdan a ella?-
-Un poco.-
Ella se levantó y camino unos pasos adelante.
-Mira, yo creo que ella sigue viviendo aquí.- Espetó, volteándose hacia él.
Draco bajó la mirada.
-Ya está muerta.- Acompañado de eso, dio un bostezo, tapándose la boca con la mano y haciendo que el anillo que Hermione le había regalado tintilara.
-Veo que llevas puesto mi regalo.- Comentó ella.
Él miró el anillo como si nunca lo hubiese visto antes en su vida y luego ocultó su mano detrás suyo, algo sonrojado. Segundos después se levantó de golpe y arranco la flor del suelo.
-Toma,- Le dijo a Hermione, entregándole la flor.
Ella no supo bien como contestar, pero la aceptó. Malfoy dio media vuelta y caminó de vuelta adentro de la Mansión.
-No voy a quedarme a dormir en la interperie,- Habló ella siguiéndolo.
-Pues usa la habitación de mis padres.-
-Quiero usar la tuya.-
El Slytherin se detuvo en seco.
-¿Estás bien?- Le preguntó.
-Sí, perfectamente bien.- Respondió Hermione. –Es solo que… estamos aquí y quería aprovechar… casi nunca tenemos este tipo de oportunidades juntos…
-Nos juntábamos todas las noches ¿A eso le llamas "casi nunca"?-
-Bueno…-
-Vete a la habitación de mis padres, está al fondo a la izquierda.- Señaló el rubio.
-Creo que la tuya está mas cerca,-
-No es momento de bromas, Hermione.-
-Lo siento yo solo quiero pasar una noche contigo…-
"¿Estás loca? años y años soñando con tenerte y ahora que lo hago… todo me parece tan extraño…"
-Vale… vamos.-
Era una noche muy fría, y la Leona solo llevaba un camisón puesto por lo que peleo un poco con Draco para recostarse junto a él argumentando que se moriría de frio; ganando satisfactoriamente.
A la mañana siguiente… en la Mansión de Alexander:
-¡Alex!- Una voz despertó el dulce sueño del Hada.