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capítulo 25: la oscuridad

N/A: advertencia de menciones de sangre y tratamiento descriptivo de heridas. todo está en la primera mitad del capítulo por si quieres leerlo o saltarlo xx

Louis no siente.

Todo pasa como una mancha roja para él. Es una corriente interminable de voy a morir voy a morir voy a morir voy a morir voy a morir voy a morir voy a morir y entonces, de repente, lo están arrastrando fuera de ahí, alejándolo y alejándolo, el cuerpo tembloroso de Harry justo detrás de él y Louis ya no sabe si ya no siente dolor o si finalmente está entumecido, pero está no morí, no morí, no morí, no morí, no morí, no morí, no morí y por fin se detienen en un portal en la habitación más oscura, más pequeña en lo más profundo parte del templo de Eris, y simplemente arrojan a Louis ahí y Louis ni siquiera hace nada mientras cae, cae, cae.

(Siempre se caerá de ahora en adelante, piensa).

Y luego, finalmente, cae al suelo. El lugar está iluminado solo por la tenue luz del portal que está encaramado a varios pies en el aire, demasiado lejos de su alcance. Todo a su alrededor es negro. Es como si hubiera caído en un pozo sin fin de oscuridad informe. Ni siquiera lo aterroriza.

Y ahora es ¿por qué no morí? ¿Por qué no morí? ¿Por qué no morí?

Harry aterriza justo detrás de él, un suave gemido escapa de sus labios cuando golpea el suelo, y Louis piensa que de alguna manera debería poder encontrar la paz sabiendo que Harry no se ha ido, que no está solo. Pero todavía hay una quemadura de hinchazón grabada en su espalda como si se le presionaran mil agujas en los poros, y todavía hay una humedad caliente corriendo por su espalda y deslizándose por su camisa hasta su piel, y el escozor borroso se extiende en una V en su espalda tan obstinadamente recordándole lo que solía estar allí, y es demasiado abrumador. Es todo en lo que puede concentrarse.

Louis no está solo, pero en este momento, cree que podría estarlo.

Lentamente, levanta las rodillas hasta su barbilla mientras sus ojos se fijan en un lugar de la nada unos centímetros antes que él, y puede escuchar a Harry moverse detrás de él, puede verlo por el rabillo del ojo cuando el espíritu arrastra su cuerpo más cerca de él.

Harry no lo toca, con las manos apretadas contra su cuerpo como si tuviera miedo de que al extender la mano y rozar con la punta de los dedos la piel de Louis empeoraría la situación. Louis se alegra de que no lo haga. Él no querría que Harry lo tocara ahora, cuando su piel todavía está llena de toxicidad y pérdida, cuando la impureza todavía está corriendo por sus venas.

"Louis." La voz de Harry es delgada pero urgente, y parece que está hablando a través de un túnel. "Louis, no puedes rendirte ahora. No puedes hacer eso. No estás haciendo esto, estás sufriendo y lo sé, dios, lo sé, pero no puedes ceder. Sé que esto se siente como el fin del mundo, pero no es así, Louis, no puedes renunciar a mí ahora. No podemos hacer que todo esto sea en vano, y será en vano si no—oh dios mío, tienes que levantarte de nuevo. Sé que necesitas tiempo para llorar, lo sé, lo entiendo, pero no puedes hacerlo aquí porque una vez que lo dejes ir, este lugar nunca te permitirá volver a subir. Te va a consumir. Lou."

Louis no siente.

Él sabe que debe hablar, sabe que debe extender la mano y calmar a Harry, sabe que escuchar a Harry sonar tan suplicante como lo hace ahora debería enviar frío, apuñalar escalofríos por todo el cuerpo de Louis y llenarlo con el impulso de querer hacerlo funcionar.

Pero no lo hace.

Porque el cuerpo de Louis todavía no se siente como un cuerpo. Todo su ser es una herida abierta y tiene miedo de que tomar palabras en su boca pueda cortarlo más profundamente, como moverse podría infectarlo aún más. Cada vez que respira, le retuerce el pecho y los pulmones, y sangra en el suelo, le cae por los pantalones y su camisa se frota contra la carne desgarrada de una manera que lo hace sentir irreal. No puede reaccionar. Harry quiere que lo haga, pero no puede. No ahora.