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capítulo 24: el tártaro

N/A: escena bastante violenta cerca e
del final. no hay sangre ni nada, pero sigue siendo bastante intenso, así que si eres sensible a esas cosas, ten cuidado x

"Oh no."

La voz de Harry es como un eco blanco y apagado que resuena en los oídos de Louis. El tipo de aire espeso y pegajoso que los rodea lo hace sentir débil y confundido, y se frota la parte posterior de la cabeza con una mueca.

Gemma está completamente desaparecida de la escena, el libro de Zayn yace a su lado y Harry está de pie, mirando frenéticamente a su alrededor.

"No," sigue repitiendo. "No, no, no, nononononono—"

Vuelve a mirar a Louis otra vez, observando al hada con completo terror no disimulado, y Louis se revuelve violentamente al ver a Harry, Harry, tan angustiado.

"¿Dónde estamos?" murmura, a pesar de que ya tiene una idea.

"No puedes estar aquí," Harry solo respira erráticamente, ignorando la pregunta de Louis. "No puedes estar aquí, mierda."

A pesar de que Louis todavía está visiblemente débil y aturdido, Harry lo toma por el antebrazo y lo levanta del suelo. Mantiene a Louis pegado a su lado mientras comienza a caminar con pasos apresurados, y Louis no sabe qué hacer, excepto tropezar hacia donde quiera que vayan, la mirada caída sigue la pared oscura a su izquierda que zumba con cada paso. Harry avanza rápidamente. Está inquietantemente abollado y goteando con una viscidez, como si estuviera llorando por todos los recuerdos dolorosos que tiene, y Louis siente que le susurra, rogándole que regrese, que desaparezca y se salve.

El tártaro. Él sabe que es el Tártaro. Es evidente en la terrible humedad del aire, es evidente en la prisa de los pasos de Harry sabiendo su camino exacto alrededor del lugar—es evidente en el miedo de Harry. Su respiración irregular y su intento desesperado de proteger a Louis de todo lo capaz de lastimarlo aquí.

Louis sabe que están en el Tártaro y sabe que probablemente también debería estar asustado, pero su cabeza está demasiado apagada y confusa para sentir otra cosa que confusión.

Harry finalmente se detiene cuando alcanzan un templo de mármol, la piedra lisa teñida ligeramente de las sombras rojas que huyen a través de sus paredes. Hacen que algo ansioso se agite en el estómago de Louis cuando Harry lo empuja adentro, sin detenerse hasta que finalmente están en un área apartada y cerrada detrás de una puerta sólida. Louis se sienta en una cama suave y sedosa, tratando de aclarar su cabeza.

"Lou," Harry se agacha para que estén al mismo nivel, sus ojos escaneando la cara de Louis rápidamente. "Estamos en el Tártaro, lo que significa que tendrás que ser muy, muy cuidadoso. Vas a tener que quedarte aquí, mientras busco una forma de salir de aquí lo más rápido posible. ¿Puedes hacer eso?"

Louis frunce el ceño.

"No—no quiero quedarme aquí. No quiero estar solo."

Parece que alguien está retorciendo un cuchillo en el estómago de harry, y sacude la cabeza.

"No puedes venir conmigo. Si la criatura equivocada te ve, va a—no puedes venir conmigo."

"Pero." Louis sacude la cabeza en un intento de aclarar sus pensamientos. "Pero lo hiciste sonar como si estuviera bien aquí. De vuelta en Grimm, dijiste—"

"No estarás bien aquí."

"Pero pensé que este lugar no sería peligroso si estuviera aquí contigo."

"Eso es porque mentí, Louis." La voz de Harry es demasiado áspera y contundente, y Louis se estremece. "Quería dejar Grimm y dije lo que había que decir para convencerte. Brillas demasiado, Louis. Tu presencia es demasiado inocente. Las almas perdidas sentirán eso, y no hay forma de que no quieran destruirlo."