Quiet Updown. » Hyoga de Cisne.

Calma y tristeza.

Entonces los tres se encontraban en una barra de un bar, en una fiesta. Seiya estaba borracho hasta los pies. Llorando y lamentándose.

─ ¡Cuatro años! ¡Cuatro años para que- ─Seiya soltó un hipo─ ¡Para que me diga que no al anillo!

─ Tranquilízate, Seiya. ─trató de calmarlo Shiryu, dándole pequeñas palmeadas leves.

─ ¡Es que no lo entiendo! ─entonces agarró otra botella de licor, la virtió en su vaso, pasándose un poco y derramando en la mesa.

─ ¿Quieres dejar de tomar eso? Desahuévate. Si Saori hubiese dicho que sí ─Hyoga se cubrió la boca para soltar un hipo─, posiblemente te hubiese engañado, ¿No crees?

─ No ─negó él─. Ella no es así.

─ Las mujeres te dejan cuándo ven la oportunidad, Seiya. ─declaró el rubio mientras le daban ganas de llorar. Pero porque Shiryu se acordaría de esto ya que no estaba tan tomado.

La música resonaba en su cabeza, ese tipo de música le hacían recordar algo, ¿Qué era? Volteó hacia atrás y...

Puta madre.

Volteó y ahí estaba. Freya. Había sido su novia una vez, pero ahora ya no salían. Trató de no hacer tanto contacto visual y volteó en seguida cubriéndose por detrás.

Ya no le importaba mucho lo que ella piense, el problema es que estaba con Hagen. Ese chico no quería verlo ni en pintura, porque Hyoga fue con quién ella lo engañó, por eso le daba algo de pena el joven. Posiblemente busque pelea y sinceramente, el más sobrio parecía ser Merak.

Así que decidió irse, antes de que pasara algún malentendido. Se preocupó poco por decirle algo a sus amigos, y la verdad es que no se acordó. Su casa estaba muy lejos, así que decidió llamar un taxi.

─ Lo siento, hijo, no voy tan lejos ─fue lo que le dijo, éste suspiró pesado─, si quieres te llevo hasta la salida, pero de ahí nada más.

Así que, ahí lo veían. Hyoga de Cisne valanceándose de lado a otro, soltando hipos, todo un desastre. Su madre estaría descolocada.

─ Perdón. Soy una cagada. ─murmuró para sí mismo, su progenitora seguro le daría dos buenos coscorrones si estuviera ahí.

Uno por llegar ebrio a la casa y otro por decir una lisura. Pero cuando el rubio estaba tomado solía maldecir.

Entonces levantó la vista, al sentir un fuerte viento que casi lo tumba.

Ahí observó, en aquella casa de tres pisos, un chico en el techo. Su mirada, serena. Pero de sufrimiento.

Estaba parado, sin ningún miedo por caer, o reparar en que sus pies casi estaban fuera del techo. Podía resvalar y caerse.

Así fue como el joven de hebras verdes sintió que lo veían detenidamente, así que volteó, mirándolo.

Calma y tristeza. Y decepción, levemente.

Era lo que reflejaban su mirada.

En tal caso, éste pensó en todo lo que habían hecho hoy, sus amigos y él. Las veces que rellenó su copa, las diferentes botellas que probó. Y llegó entonces a una conclusión.

Verga. Estaba demasiado tomado.

Sería mejor entrar a casa antes de que viera algo peor.

N/A:

Heyaa.
Adoro los capítulos de relleno pero odio Naruto. Creo que es algo muy gracioso dándome cuenta de que todo el libro es puro relleno.

De todos modos, Chon hace su primera aparición canónica en este fanfic de mierda. Este es el capítulo con más groserías, Dios.

Tal vez mejore la redacción. Sólo pongo acciones, también debo poner pensamientos, ayudaaa soy un pésimo escritooor, esto no es un memeeee.

🍶 Daiki.