;03

3.2K 219 161
                                    

¿CONOCER O CONOCERNOS?

╰────────╮ °✧° ╭────────╯

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

────────╮ °✧° ╭────────╯

Stan tenía un fin, una meta única: Sepultar todo su pasado, y aún así, luego de tantos, pero tantos años en los que intentó reiteradas veces olvidar a sus viejos amigos, a lo que había ocurrido en Derry y claro, a su único y verdadero amor, al final, había fallado en todos y cada uno de sus intentos.

Quizas se debía a algún tipo de dependencia que tuviera con ellos, una unión de corazón o el simple hecho de que tanto su corazón como su mente, eran demasiado obstinados y crueles como para ayudarle a olvidar y es que, no entendía, realmente no encontraba una razón lo suficientemente justificable para comprender porqué cuando todos sus amigos parecían avanzar, olvidar gran parte de su infancia y aún así, seguir como si nada, él no podía, ¿En verdad había sido tan malo como para recibir tal penitencia? ¿Se merecía en verdad ése castigo?

Tan pronto todos los perdedores habían salido de Derry, comenzaron vidas nuevas y al estar tan ensimismados encontrando un rumbo fijo el cual poder seguir, la fuerte unión que creían tener con el resto, poco a poco se fue quebrando y dejando en un segundo plano. Si, tal vez no perdieron el contacto del todo y solían llamarse una vez cada año si el tiempo y sus atareadas vidas se lo permitían, pero la realidad era que empezaban a olvidarse.

Todos menos Mike y Stanley habían logrado olvidar.

Por un lado estaba Mike, el moreno claramente no había podido dejar su pasado atrás al estar bajo las mismas tierras donde había acontecido todo y en donde se plasmaban tantos recuerdos tanto buenos, como aterradores, sin embargo, él jamás había logrado olvidar. Mientras que Stanley, no fue porque hablara con todos en cada momento y no pudiera soltarlos, en realidad, había perdido el contacto con sus amigos en un intento desesperado de poder olvidar todo, pero de nuevo, nada había funcionado. Él judío sentía que en cualquier momento podría enloquecer y abandonar lo poco que había conseguido en solitario; tal vez no tenía mucho, si, pero le aterraba la idea de que llegado a un punto, desfallecería y simplemente... Se retiraría del juego.

Intentó concentrarse en la universidad, pero no sirvió de nada aquello, ya que como un autoreflejo de quien era antes de conocer al club de perdedores se torturó aún más, sólo hacia falta verse al espejo para que pudiera observar al mismo niño asustado, reprimido y solitario, aquel que se odiaba por no cumplir las expectativas que tenían sus padres sobre él.

Stanley había vuelto a odiarse y es que no sólo eran sus pensamientos y emociones propias las que le afectaban, lidiar con recuerdos tan aterradores en completa soledad y sin poder hablarlo con nadie, no había sido para nada reconfortante y todo eso se manifestaba en las noches, ya sea por medio de pesadillas, ataques de pánico o insomnio. El pasado en Derry lo seguía persiguiendo en cada segundo.

(𝟐) 𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 | it. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora