La mascota de la Reina

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Su majestad, trajimos al humano como deseó

Excelente, veo que te divertiste con él antes, Rox

Sí, fue todo un espectáculo

Esa maldita mujer de pelo rojo se estiraba con aburrimiento en mi cara, podía sentir su diversión en mí, ahora estaba con la Reina de las Bestias parado como si nada esperando que era lo que deseaba se veía totalmente diferente a la primera vez que la ví, nunca podría olvidar esos ojos de destrucción en ninguna parte ahora estaba consciente de su forma original, era realmente atractiva con todas esas curvas pero si no fuera por ser más astuto que otros humanos no bajaría mi guardia en ningún momento, el saber que podía convertirse en un dragón escupe fuego ya era intimidante ahora en su forma "humana" la hacía peligrosa, sus guantes dorados podía sacar fácilmente las tripas del enemigo en segundos, sus ojos atentos la hacía letal y por la forma en como me mirá, ahora yo era su presa. Había otro hombre detrás de ella jugando con una espada gris en sus manos sabía que en cualquier momento esa cosa estaría en mi ojo o en mi cuerpo en segundos, era muy alargador de su parte el tenerme presente yo solo podía ver como su alteza acomodaba sus papeles hasta que escuche su explendida voz.

Hannes Bennett, el cazador más prestigioso del Reino humano donde vives, que se ha enfretado a muchas criaturas en los bosques Silvae; que claramente ha sobrevivido de ese lugar una y otra vez, es algo estúpido para cualquier hombre pero eso "tu" ya lo sabés.

Aún estaba atado con las cadenas, la mujer llamada Rox las sostenía con seguridad, estaba limitado a quedarme quieto, la reina se alzó de su trono y camino lentamente a mí alrededor, miraba con curiosidad mi cuerpo intentando buscar algo, yo solo podía mirarla con desdén. Cruzamos miradas, solo mantuve su mirada desafiante por unos segundos antes de que volteara a su escritorio.

Ya sé todo sobre ustedes, del por qué han llegado y como lo hicieron pero claramente puedo ver qué no deseabas estar aquí desde el primer lugar y el tesoro que están buscando no se los dará a ninguno de ustedes por la falta de insolencia al atreverse a pisar mis tierras y lastimar a mis guerreros asis que eso los hará cargar con una pena de más de 30 años por los daños cometidos, humanos pero hay algo que quiero y deseó tus servicios para ello...

Nuevamente estoy en una clase de trato con una reina para obtener lo que querían, mis puños hacían tensión ante la resistencia de golpearla, ella claramente lo notó.

Igual que la reina Gloria, se me ha sido arrebatado cosas de mi familia que no deberían estar por mucho tiempo fuera de hogar, ya que podrían destrucción en esas tierras y hay límites en ellas que evitan que las recuperé, asis qué te dejaré libre a ti y a tus compañeros libres de su condena si están dispuesto jurar Lealtad ante mi gobernato, claramente nadie sabrá que están vivos para evitar problemas de invasión por un tiempo y podrán disfrutar de mis cosas con libertad mientras hacen su trabajó.

Me llegó un deja vu al escucharla, no era tan diferente de la otra pero en está ocasión tenía vidas en mi cargo por muy estúpido que sea no iba a cargar con sus muertes, solamente fijé mi mirada a la reina con desagrado ante la idea pero di mi respuesta después de un suspiro largo

Aceptamos

Maravilloso, hiciste bien en aceptar, mis hombres te mostrarán tus aposentos, tus compañeros serán libres en unas horas podrán ir a cualquier lugar de mi castillo a su libertad, tendrán que entrenar con mis guerreros por las tardes y de igual manera realizar trabajos en el castillo como cualquiera en su labor, Rox y Ralph estarán ante su cuidado, tu vendrás cada noche a mi oficina a dar reporte oral y escrito de todo lo que hagas y cada queja que escuche de ti serás castigado de igual manera se hará a los demás, ahora puedes retirar te.

Saliendo del lugar me quitaron las esposas, esas cosas pesaban pero no impedían que me moviera bien, al escuchar el metal caer moví mi cuerpo con placer, estar mucho tiempo en una posición era incómodo, ellos me miraban con intriga y disgustó preparados para cualquier ataqué, simplemente caminé por el pasillo mientras uno me indicaba el lugar, la estructura era llamativa pero no tanto para ir a lo vulgar de mi excelencia, había ventanas abiertas en los lugares Altos, podía ver las cascadas con claridad seguía observando por todo lugar dando vueltas por los pasillos y subiendo por las escaleras hasta llegar al tercer piso del castillo, los tonos grises hacían contraste con la marea, el mármol blanco y dorado relucian con el lugar; nos detuvimos en una puerta negra con perillas doradas con un diseño simple y elegante.

Está será tu habitación, tendrás todas tus comodidades en ella, vendrán unas sirvientas para estar atentas en tu cuidado también te guiarán en el palacio, tus compañeros estarán aquí en éste pasillo pronto, disfruta tu estadía.

Cerraron la puerta con discreción dejándome sólo, inspeccióne el lugar en cada rincón, las ventanas largas daban a un balcón espacioso, me alcé mi cara fuera de él y la altura era inmensa desde el balcón, la caída en ese lugar provocaría mi muerte, no había cortinas y solo había una sábana con una colcha negra en la cama estaba limitado por el momento, el inmenso ropero daba con suficiente ropa adecuada a mis gustos, la inspección con atención adivinando la excelente calidad de la tela, cuerpo reforzado en algunas, telas suaves, facil de moverse, había botas negras y cafés que llegaban debajo de mi rodilla ésto era eficiencia para cualquier trabajo que me dieran. Dejé el ropero para entrar a una puerta negra pequeña a diferencia de la entrada era un baño realmente grande había una tina enorme para 2 personas, estaba bien para mí ya que era grande para la mayoría de ellas, algunos productos de sabe dónde carajos eran hacían juego con el baño, solo tendría que usar una para mí aseo personal, el lavabo realmente llamativo de color esmeralda extenso, abrí la llave llenando mis manos con el agua mire por el espejo aún tenía sangre seca en mi mejilla algunas manchas negras estaban en mi cara, tarde un tiempo en quitarlas pero podía ver mi rostro agotado lo revisé en cada parte todo estaba bien por ahora; un golpe me interrumpió salí del lugar para encontrarme en la puerta dos sirvientas en mi cuarto.

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