Después de 6 meses de trabajar de mesera y estudiar coreano, finalmente conseguí trabajo como asistente de publicidad en una empresa pequeña, hay dos o tres personas más y nuestro jefe que era un hombre muy estricto con el trabajo pero a la vez muy servicial. Estaba feliz aprendiendo sobre publicidad, mi carrera soñada, aquella que comencé a estudiar en mi país, Colombia.
Mis compañeros de trabajo y mi jefe eran muy comprensivos pues mi coreano no era muy fluido, pero... Agh! esas llamadas a mi celular que nunca llegaban convertían cualquier felicidad en tortura.
Debía finalizar una idea para un póster y concentrarme en ello, pero lo único que lograba pensar era en por qué no me había llamado. Tanto tiempo sin saber de él
- ¿Estará bien? ¿Dónde estará? Ya ni siquiera sé si está aquí en Seúl. No, no es posible que siga perdiendo mi tiempo - me regañé a mi misma- Necesito cerrar mi ciclo con él ahora mismo. Lo llamaré - decidí.
Tomé mi celular y busqué entre mis contactos su nombre. No tenía claro qué le iba a decir o con qué me podría encontrar después de tanto tiempo, así que mi corazón comenzó a latir muy rápido por los nervios. Sin embargo, suspiré para tranquilizarme y finalmente lo llamé.
No replicó de una nez y de inmediato, entró a buzón.
"Hola, este es el teléfono de Rapmon Oppa, déjame tu mensaje después de la señal"
Ja! ¿RapMon Oppa? ¿Ahora se llama RapMon?
- Ya Namjoon! - dije furiosa - Ya no quiero seguir más con esta estupidez, sé que tú ya seguiste con tu vida y te anuncio que ahora lo voy a hacer yo, así que es oficial, no vuelvas a llamarme o buscarme.
-Ann-ssi! - Mi jefe me llamó desde su oficina. Así me llamaban en la oficina a pesar de que mi verdadero nombre era Andrea, supongo que les resultó más fácil. – ¿Puedes subir a mi oficina, por favor?
-Claro, en seguida. - Iba subiendo aún con rastros de la rabia que me había generado Namjoon. Estaba más que claro que ahora tenía muchas amigas a su alrededor para que personalizara su mensaje de buzón solo para las mujeres.
Andrea, tienes que olvidarte ya del asunto - volví a regañarme - Tienes que responder por tu trabajo.
Me paré frente a la puerta de la oficina de mi jefe y di dos pequeños golpes antes de entrar, no sin antes haber verificafo que mi ropa y mi cabello estuvieran en orden.
- Sigue, Andrea. - dijo mi jefe con dificultad. - Te presento a Kim Taehyung, él viene a ver la propuesta para la publicidad del concierto, así que por favor muéstrale lo que has adelantado.
- Claro, por supuesto. Hola - Saludé al chico alto de cabello rojo encendido.
- Hola, mucho gusto - Dijo él con voz grave. Me percaté de lo sedoso que era su cabello cuando se inclinó para saludarme.
- Igualmente. - Dije con timidez.
- Taehyung, ve con ella... - Yo me incliné para despedirme de mi jefe y me dispuse a salir - Ella es nueva en la ciudad pero tiene mucho talento, sé paciente con ella.- Le dijo mi jefe al chico que parecía serio, o tal vez misterioso.
Salí de la oficina del jefe y él me siguió. Fue imposible no intimidarme con su presencia. Taehyung era alto y con su cabello teñido de ese color tan llamativo, sumado a su manera segura de caminar, su poca expresión en el rostro, lo hacían lucir como todo un Rockstar.
- Él se refiera a que tengas paciencia como mi coreano. - aclaré tontamente.
- Sí, entendí. – dijo mientras a sentía y finalmente mostró su sonrisa. Su rostro cambió por completo con su sonrisa, ahora el misterio había sido reemplazado por la nobleza y la ternura. Ahora se veía muy amigable.
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Castillo de Naipes
FanfictionVine a Seúl siguiendo los pasos de mi novio, pero ahora sé que fue un terrible error; bueno, en realidad no. Vine por amor, y lo encontré.