6- Una noche de tormenta

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- Estás cansado - Dije cuando ví que Jin bostezaba

- Estoy bien - Sin pensarlo me acerqué y lo rodeé con mis brazos.

- Ha sido un viaje largo, deberíamos ir a descansar ya. - Jin me devolvió el abrazo.

- SÍ. – Susurró. Hundió su rostro en mi cuello, me abrazó con más fuerza y suspiró. – Amo tus abrazos - Susurró aún más bajo y mi corazón se detuvo. Yo mi cuerpo se congeló.

- ¿En serio? – Reí incrédula. Idiota, dañaste el momento.

- No empieces, no volveré a decirte nada. - Confirmado, la cagaste.

- Tienes razón, lo siento. En lugar de desconfiar, te abrazaré más seguido.

- Buenas noches. - Dijo sonriendo, de nuevo.

Lo dejé ir, se veía muy cansado para lidiar con mis estupideces. La tormenta llegó, los truenos no me dejaban dormir así que me puse los audífonos y encendí el reproductor de música en mi celular. Escuchaba Bruno Mars cuando un mensaje de Jin entró.

***

Jin: ¿Ya te dormiste?

Andrea: No :(. Tengo miedo. :s

Jin: Sal, estoy afuera.

***

Casi salté de la cama y salí a encontrarme con él de prisa. Abrí la puerta y él abrió sus brazos invitándome a refugiarme en ellos. Ese suéter lo hacía más apapachable que nunca pero solo podía pensar en el estruendo que hacían los truenos.

- No temas, ven conmigo.- Me llevó a la sala, nos sentamos en el sofá mirando una enorme ventana de vidrio.

- Jin, ¿durará toda la noche esta tormenta? - Dije en un susurro.

- Es probable. – Respondió susurrando también. Suspiré con preocupación. Él sonrió con ternura, me rodeo con un brazo y me acercó a él dejando mi cabeza descansar en su hombro.– Relájate, disfruta de la lluvia.

- ¿Cómo...?

- Nada malo va a pasar. – Comenzó a acariciar mi cabello, con algo de sorpresa al principio. - La primera noche que pasé aquí tampoco podía dormir, así que salí de la habitación para ver que era exactamente lo que me molestaba de la lluvia y terminé disfrutando de ella. Las gotas de lluvia hacen música cuando caen.

- ¿Ah sí?

- Sí, mira que tú eres afortunada.

- ¿En qué sentido?

- En que no tienes que pasar por esto sola. Me tienes a mí. – Sonreí pero como estaba aún en sus brazos él no lo notó.

- ¿De veras te tengo? – Me sorprendí al escuchar el tono triste en mi voz.

- Todavía lo dudas – Se sentó derecho y dejó de acariciar mi cabello.

- No, no, no. - Levanté mis pies del suelo y me acurruqué a su lado - Es solo que me alegra escucharte decirlo

- Oh Andy – Me abrazó de nuevo, esta vez con mas ternura que antes - ¿Qué voy a hacer contigo?

Hablamos de cosas triviales hasta que me relajé, Jin hacía chistes y se burlaba de mi acento, así que reímos juntos toda la noche. No me dí cuenta en qué momento me quedé dormida. 

Al día siguiente me desperté confundida, no reconocía el techo de la habitación y menos el brazo que me rodeaba. Me senté rápido y asustada.

- ¿Qué? ¿Qué?! – Vi a Jin tendido a mi lado luchando para abrir sus ojos.

Castillo de NaipesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora