su piel se oscurecía por las noches.
sus ojos se hacían más grandes.
su sonrisa se volvía de verdad.
sus gritos se transformaban en gloria.
y edgar dejaba de ser un punto y comenzaba a ser una línea en la que me pierdo.
siempre me pierdo.
su piel se oscurecía por las noches.
sus ojos se hacían más grandes.
su sonrisa se volvía de verdad.
sus gritos se transformaban en gloria.
y edgar dejaba de ser un punto y comenzaba a ser una línea en la que me pierdo.
siempre me pierdo.