CAPITULO 22

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ARA: qué estás queriendo decir David Zepeda? que estoy gorda? -le pego-

DAVID: no, para nada chiquita, solo que te ves diferente nomas -recibo otro golpe- au!! que agresiva no manches

ARA: no lo puedo creer, me estás diciendo gorda -pongo mi mano sobre mi boca y comienzo a llorar como una loca, las lágrimas me salen solas-

DAVID: pero mi amor, -la abrazo- no llores, perdóname por favor, no quise decir eso

ARA: no lo puedo creer -lloro como niña pequeña a la que le han quitado su dulce- que ya no te gusto?

DAVID: mi amor como dices eso, no te das cuenta que eres la mujer más hermosa que existe? No sabes lo que me haces sentir con solo tenerte a mi lado. -oigo sollozos- bueno ya perdóname, no me hagas caso, sigues igual mi amor. Era para molestarte -acaricio su cabello-

ARA: no pues que chistosito eres -seco mis lágrimas, todavía no entiendo porque me puse así, quizás ya la menopausia... no, nada de eso- me hiciste llorar Zepeda, no hagas eso

DAVID: me perdonas? -dejo tiernos besos en su cuello- anda, di que si -le hablo con una voz tierna que no había conocido hasta que conocí a mi mujer- si?

DAVID: me perdonas? -dejo tiernos besos en su cuello- anda, di que si -le hablo con una voz tierna que no había conocido hasta que conocí a mi mujer- si?

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ARA: a ver, convénceme -digo para que me consienta con todo. Va dejando besos muy tiernos por todo mi cuello mientras acaricia mi cuerpo desnudo, haciéndome sentir la mujer más amada. Llega hasta mis labios y comenzamos con un juego de puros castos besos con alguno que otro beso apasionado. Trata de intensificar el beso pero lo detengo- vamos a la tina Deiv

DAVID: ahh ya me perdonaste? -arqueo una ceja mientras me desvisto-

ARA: no sé, checamos ahorita a ver -sonrío-


Ara hace que David entre a la tina primero para poder sentarse en sus piernas, teniendo todo el control en este momento. Lentamente se va acercando a David para besarlo, pero baja en dirección a su pecho besando toda esa área, mientras que bajo el agua había un juego de provocaciones entre ambos. Rozando ligeramente sus cuerpos con sus manos haciendo que el calor se elevara.

David por su parte, sabía cual era el punto débil de su mujer. Así que esas agarradas fuertes por aquella cinturita no podían faltar. Recorrió todo su cuerpo con caricias y finalmente se fundieron en un cálido beso.

Decidieron salir de la tina para poder disfrutar más de esa noche tan romántica que había preparado David. Al tener todo un festín en una pequeña mesa de estar, donde habían frutas picadas, dos copas con champán, chocolate derretido y también caramelo. Esto le dio una idea.

DAVID: acuestate en la cama Arámbula-le ordene y ella obedeció- tienes hambre?

ARA: en serio me preguntas eso ahora Deivid, qué vas a hacer?

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