Susana (Saga Londres Victoriano I)

CAPÍTULO V

Holis, solo quería saludar. 😄😄

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Al día siguiente Sue decidió ir a visitar a Kate. Mientras ambas preparaban el almuerzo, Kate le dijo:

- Y dime, querida ¿hay algún prospecto en vista?

- Kate, no empieces. Sabes muy bien que es casi imposible que ahora me case. Ya estoy llegando a la edad donde a una ya no se le considera apta para el matrimonio.

- Pff, tonterías. Mírate, eres muy bonita, el hombre que se case contigo tendrá mucha suerte.

Kate decidió callarse por la cara amenazante que le dirigió Sue.

- Ahora es muy difícil que me case, además por otra parte, no quiero porque al hacerlo voy a perder completamente mi libertad.

- Pero, sabes muy bien que nuestra sociedad no acepta a las mujeres solteras y divorciadas, las miran como si no valieran nada, y eso no es lo que quiero para ti. Esta bien, es muy difícil encontrar a un hombre que ames, pero no necesariamente va a desagradarte, al menos busca a un compañero agradable. Eso te pido.

- Esta bien Sue, haré el intento. Ahora terminemos de preparar esto. Tu esposo no tardará en llegar.

A la hora del almuerzo no se intercambiaron más comentarios, ya que el esposo de Kate, George, era un hombre parco y de pocas palabras. Al finalizar, Sue se despidió de Kate, George y el pequeño Joseph.

Mientras regresaba a casa, ella decidió desviarse un poco hacia una librería y cuando regresaba por el río Támesis, vio al niño que ayudó el día anterior. Se sorprendió sobremanera al verlo revisar con sus pies el río lleno de suciedad y quién sabe, otras cosas.

Se acercó a él y le dijo:

- Cariño, ¿qué haces aquí?

Él se sobresaltó al escucharla y muy tímidamente dijp:

- Señora, buenas tardes. Estoy trabajando señora.

- ¿Trabajando? ¿Dónde están tus papás? ¿Por qué no estás en la escuela con los otros niños?

- ¿E-estudiar? No, señora. Yo no puedo.

- Pero, ¿pór qué?

- ¡Diego! ¿se puede saber a que hora vas a terminar? Ya nos debes bastante, más te vale que te apresures sino quieres terminar en la calle.

El grito provino de un hombre muy voluminoso quien vestía con ropas de calidad. Sue se sorprendió y horrorizó por la manera que trataba el hombre a Diego. Esa no era la manera de tratar a un niñó, pensaba ella. Ese niño lo que tenía que hacer era estudiar, no estar trabajando en algo muy riesgoso para él. Si continuaba trabajando así, era muy probable que adquiriera una enfermedad infecciosa y peligrosa.

- Disculpe, ¿usted es el padre de Diego?

- Ja, ja, ja, ja, ja, ¿yo? ¿su padre? Oh, no, bonita te equívocas. El mocoso no tiene padres, es un huérfano. Yo solo lo encontré y como necesitaba una mano, ¿cómo podría negarme a tenerlo? Me iba a ser de mucha utilidad.

Sue se sentía furiosa y triste a partes iguales. Se sentía furiosa con el hombre que estaba a su costado y no había hecho más que hablar de Diego como si fuera un animal de carga que luego desecharía o algo parecido. Y sentía tristeza por el niño, creció sin padres y tuvo que aguantar los maltratos del hombre que se encontraba allí.

Se fue muy molesta de ese lugar y en el camino empezó a maquinar un plan. Algo tenía que hacer para que Diego no sufriera más. Podía hacer algo, ella sentía que podía.

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El capítulo de hoy es muy corto, sorry. 🙈