[Capítulo 8]

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Al terminar el entrenamiento te tumbaste en un campo de césped cercano, donde todos ahora se encontraban descansando y disfrutando la sombra de un viejo roble, al igual que una brisa fresca

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Al terminar el entrenamiento te tumbaste en un campo de césped cercano, donde todos ahora se encontraban descansando y disfrutando la sombra de un viejo roble, al igual que una brisa fresca.

-Oye, [Nombre] -te llamaron de pronto, a lo que levantaste la mirada encontrándote con un par de ojos verdes.

-Oh, Eren. Hola.

- ¿Es cierto lo que escuché?

Te sentaste de inmediato viendo cómo tu amigo hacía lo mismo.

- ¿A qué te refieres?

-A que Jean y tú están saliendo.

Lo miraste desconcertada y te llevaste la mano a la boca, conteniendo una risotada.

- ¿Qué, dije algo gracioso? -Bufó molesto, frunciendo el ceño.

-Eren... ¿estás celoso? -Preguntaste sin intenciones ocultas, solo para molestarlo.

-Oh, vamos... -regañó recibiendo una risa burlona de tu parte-. No es eso...

- ¿Entonces qué es?

El castaño jugó con sus dedos y se sonrojó un poco.

-Solo que... ya sabes... -se rascó la nuca, incómodo y clavando su mirada en la tuya luego de un par de segundos-. Eres como otra hermana y... si ese patán llegara a hacerte algo, yo...

-Oye, oye -le pusiste una mano en el hombro y sonreíste-. Tranquilo, Eren. No estoy saliendo con él, solo acepté fingir hacerlo frente a su madre mañana, cuando nos den el día para visitar a nuestras familias.

El muchacho pareció asombrarse ante la aclaración, llevándose la mano al mentón para adoptar una posición pensativa.

- ¿Eso quiere decir que lo que Sasha y Connie andan diciendo es mentira?

-Con que son ellos... -murmuraste negando con una sonrisa-. ¿Qué es lo que dicen?

-Pues, lo que te pregunté.

Reíste y te tumbaste de nuevo, con las manos tras tu nuca.

-Bueno, es mentira. Puedes estar tranquilo de que por ahora no hay nadie que pueda hacerme daño.

El de ojos verdes asintió sonriendo ahora relajado para posicionarse a tu lado en la misma postura, ambos viendo las hojas del árbol moverse con calma.

Supusiste que tu amigo de infancia estaba pensando en el día en que la humanidad fuese libre y todos pudiesen disfrutar de una verdadera calma, del océano, la playa... De toda la belleza que los muros y los titanes les impedían ver y apreciar.

Te estiraste un poco y observaste cómo un pequeño nido estaba sobre ti. Al parecer aún había crías del ave que lo había construido, y chillaban con fuerza.

- ¿Crees que tengan a su madre cerca? -Dijiste de pronto, rompiendo el silencio entre ambos.

- ¿De qué hablas?

Cicatrices (Levi Ackerman x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora