Capitulo 1

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Izuku Midoriya un chico de poco menos cuatro años, aquel jovencito estaba emocionado con una sonrisa de oreja a oreja, este estaba junto a su madre, una mujer de poco menos treinta años, al igual que su niño sonreía emocionada por saber cual seria el quirk del pequeño . Ambos esperaban pacientemente en una sala de hospital, la emoción era grande, pero aun mas las ansias de que los llamaran al consultorio

-¡Mama, mama!- resoplo el niño mientras tiraba levemente de la manga de su madre -¿Cual crees que sea mi quirk?- pregunto con emoción mientras sostenía con firmeza una figura de su superhéroe favorito Nana. 

-No lo se Izuku, pero de algo estoy segura, será uno sorprendente- dijo dulcemente mientras acariciaba el cabello de su pequeño; la respuesta del chiquillo no se hizo esperar, al igual que cualquier niño de esa edad respondía una pregunta con otra pregunta -¿tu crees que podre ser un héroe tan grande como Nana?- dijo con alegría y una emoción que no parecía ni medio normal, daba saltitos y movía sus manos como si fuego pudiera lanzar -claro Izuku, tu vas a ser el héroe mas grande que jamás se haya visto, tenlo seguro- mientras sonreía tiernamente, una sonrisa tan dulce y noble que haría sentir seguro a cualquiera incluso en la penumbra mas absoluta.

La pequeña charla entre madre e hijo seria interrumpida por un altavoz que los solicitaba en el consultorio A.

Mientras el altavoz repetía su nombre, Inko e Izuku se dirigieron al consultorio, la distancia fue corta, pero para el pequeño parecía una eternidad como si de una escalera infinita fuese. Al llegar ambos se sentaron en dos sillas que estaban colocadas frente al escritorio del doctor, si bien el doctor no estaba en primera estancia poca fue la espera, el hombre entro al consultorio mientras pedía disculpas por la "tardanza" y tomo asiento, el hombre era alto, tenia un bigote tan frondoso como el peine de una escoba y una cabellera que se despedía poco a poco.

El hombre miro fijamente la computadora y con una mirada seria y tajante dijo -Lo siento Izuku, pero...- tragando algo de saliva mientras sus ojos expresaban pena, lastima y una leve tristeza     -pero tu no poses un quirk- al terminar esas palabras sabia que había destruido no solo los sueños de un pequeño, sino que entendía  perfectamente que le esperaba una vida muy dura por delante.

El silencio no se hizo esperar en el consultorio, era incomodo incluso aterrador,  aquel ambiente tenso seria roto por Inko que solo pudo decir -"G-gracias doctor"- era evidente su tristeza, pues sabia que aquella notica era dura de asimilar para su pequeño el cual estaba paralizado por tan dolorosa respuesta.

Ambos se dirigieron a su auto, el camino a casa fue áspero, Inko hacia lo imposible por animar a su niño, pero este solo se quedaba en silencio; al llegar a su departamento el chiquillo corrió a su habitación mientras cubría sus ojos, las lagrimas brotaban a mare.  Tan joven y la vida ya le había destrozado un sueño...

Habían pasado unas 3 horas e Izuku no había salido de su habitación, su madre preocupada se dirigió a la puerta y la toco con delicadeza.

-¿Puedo pasar cariño?- guardo un leve silencio y escucho la respuesta de su hijo -si mami- gimió el pequeño con voz quebradiza. La madre entro lentamente y lo vio, vio como su hijo repetía en bucle el video de como Nana salvo un grupo de personas, le heroína tenia una sonrisa enorme mientras salvaba a todas esa personas, el corazón de la madre se quebró y las lagrimas fueron imposibles de evitar, pero lo escucho, escucho como su pequeño imitaba la risa de Nana para posteriormente decirle -¿aun puedo ser un héroe?- mirando a su madre mientras se aferraba a la figura de Nana. Su madre lo miro y lo vio en sus ojos, dolor, tristeza, pero entre toda esa oscuridad vio la determinación de su pequeño, logro deslumbrar a un pequeño que solo quería escuchar a su madre decirle "Tu puedes". Inko corrió y lo tomo entre brazos, lagrimas y tristeza desbordaba, pero sobre todo compasión. 

El primer héroe sin quirk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora