7

11 2 0
                                    

Al entrar me encontré a mi madre sentada muy nerviosa y frente a ella el padre de Evelyn
-Buenas noches señorita Jalitte- me dijo con una voz grave y autoritaria que por la reacción de mi madre era intimidante
-Buenas noches-
-Es algo tarde para que una dama ande sola por las calles-
Soy una persona temperamental y el que quisiera inmiscuirse en mis asuntos no me agrado
-Eso es algo que a usted no le incumbe-
Se rió, pero era una risa malévola
-Tengo entendido que tuviste un percance con mi hija, y ahora que te conozco veo que eres tan insolente como me comento-
-¿A que ha venido exactamente?-
-vine a arreglar este asunto, es inconsebible la violencia en una escuela tan prestigiosa, va en contra de los valores que...- me rei fuertemente
- Disculpe señor pero si usted le hubiera enseñado esos valores a su hija esto se abría evitado, durante mucho tiempo me hizo la vida imposible, incluso llegó a agredirme físicamente pero todo tiene un límite y el tomar algo que me pertenecía y que es muy importante para mí fue mi límite, así que en lugar de venir a mi casa a intentar educarme hágalo con su hija, si me disculpa, fue un día largo y quiero descansar-
Estaba a punto de decirme algo cuando escuché un vidrio romperse, el ruido venía del segundo piso y mire a mi madre
-¿mi hermana ya está aquí?-
-tu padre fue por ella a sus clases de piano -
-Entonces hay un intruso, llama a la policía madre- corrí en dirección a las escaleras pero el padre de Evelyn me cerró el paso
-permitame revisar- lo rodee ignorandolo, no confiaba en él y se cuidarme sola
Corrí a mi cuarto de dónde provenían los sonidos y abri la puerta, me encontré frente a frente con un encapuchado, la caja fuerte estaba abierta y todo estaba hecho un desastre, se abalanzó sobre mi y entonces pude ver directamente sus ojos, el mundo se me vino encima, en medio de la conmoción lo ví correr hacia la ventana y arrojarse hacia afuera sin importarle romper el cristal

PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora