Capítulo 1

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Esta noche las calles se veían extrañamente tranquilas, o eso o yo habia tenido un día demasiado raro y estaba curada de espanto. El cielo estaba despejado, dejando ver la luna cristalina allá a lo lejos, el aire movía ligeramente mi larga melena roja, como en una caricia maternal a mi figura, mis ojos en su clásico tono color manzana chocaban en una lucha corta con la mirada de los gatos que huían ágilmente confundiendo su pelaje sedoso con las oscuras tinieblas que envolvían el frío asfalto.

Mis pasos firmes y apresurados rasgaban el silencio de la noche, pero pronto no sería solo el sonido de mis tacones de aguja lo que perturbaría la tranquilidad reinante... En unos cortos minutos mi piel blanca se manchó con una tenue luz roja proveniente del "Black diamond" el local que ocupaba mis noches.

Me aproxime a los seguratas de la puerta.

-Buenas noches Will, Anthony. -Dije como siempre con mi mirada implacable, ambos eran muy parecidos, de hecho alguna vez me parababa a pensar si eran hermanos, pero tampoco tenia tiempo de averiguarlo, aunque Anthony me llamaba la atención, en una escala del 1 al 10...6 bueno, quizás 7.... Con su rostro aparentemente frío y fuerte, pero algo me decia que tras esa mirada había algo mas manejable, y que bajo ese uniforme encontraría una piel morena digna de ser arañada en un arrebato de pasion.

Una risita maliciosa me sacó de mi perversión mental acompañada de un repentino aroma a alcohol que escapó de dentro del local como en un encuento libre con el aire de la calle.

Entré encaminando mis pasos a los camerinos de las demás chicas mientras mis dedos juguetones desabrochaban los botones de mi larga chaqueta...

-Buenos días chicas, como se nos presenta la noche?

Dije dejando mi bolso y el abrigo sobre el sofá de cuero negro al lado de nuestras taquillas.

-Pues hoy parece mas relajadita que ayer- Respondió Lusi proyectando un golpe picaro a mi trasero con sus mano mientras andaba.

-Pfff ayer llegue a casa con un dolor de pies...

Se quejo otra joven al otro lado de la sala mientras retocaba su maquillaje.

-Y como llevas tu lo del labio?-Pregunté a mikeila que terminaba de cambiarse...

-Bah, no es nada, a ese me lo meriendo esta noche.

Respondió confiada apretando su corset...

-Pf mike pero se ha pasado siete pueblos, que piensas hacer?

Mikeila me lanzo una mirada seductora de las suyas a lo que yo respondí con una de las mías, cada cual mas tentadora, la herida de su labio casi había sanado, esa herida se la hizo un cliente "marcando su propiedad" con un mordisco, y conociendo a mi rubia esta se va a vengar, seguro, me recuerda tanto a mi... El "Black diamond" era un bar algo peculiar, no como los típicos bares de striptease, si no un bar con temática oscura, temática gótica, lolita, con un toque sensual muy picante que hechizaba a sus clientes, y nuestros trabajos... Bueno, mi lugar era tras la barra, a pesar de mi vida sexualmente activa no quería nada mas a parte de esto, luego estaban las demás camareras, las bailarinas y... Las chicas de los reservados que se encargaban de lo mas censurable que solía suceder aquí. Lo que también puntualizaba su rareza era que aquí todos los vicios quedaban entre las paredes del local: el alcohol, sexo, drogas... La única condición era que no afectara a sus trabajadoras, pero por el resto...era el lugar perdido de la mano de la autoridad, también apodado "El diamante de los vicios prohibidos"

Me desvesti a la vez que las otras 12-13 chicas, todas eran tan perfectas, las chicas de este local parecían muñequitas, pequeñas muñequitas perversas expresamente seleccionadas para despertar fantasías y fetiches en cualquier ser con una mínima madurez sexual. Sencillamente bonitas. Pero sobre todo lo que mas adoraba de mis compañeras es que todas tenemos una cualidad camaleónica, podemos por un lado ser lo mas manejable e inocente, y dejarnos a merced de los clientes o... Convertir a los mismos en presas a las que devorar en los hambitos mas sucios y adictivos. En definitiva, ninguna de nosotras es previsible, y eso a mi me encanta.

Apresé mis pechos bajo un sujetador sin tirantes, y mi cuerpo en el uniforme de esta semana, un corset precioso revestido de una tela de encaje negro, con un hermoso lazo rojo en el pecho, a juego con el bordeado de la falda y el color cereza de nuestros labios, peine mi melena en toda su largaria, de arriba hasta el final de mi espalda y deje que Lusi me maquillará como ella sabia, destacando mis imponentes ojos felinos.

El buen ambiente informal de los camerinos se enfrió al segundo cuando alguien llamo a la puerta, las risas cesaron y Mikeila con todo su aire vacilon de siempre abrió la puerta...

La imponente imagen de Madame Lisbeth nos sorprendió a todas, no era habitual que fuese ella en persona y no su "mano derecha" la que realizará la visita de cada noche... Todas se pusieron en pie luciendo el uniforme de esta semana, he de decir que este es mas recatado que los anteriores...

-Buenas noches chicas

Dijo en un tono serio aunque con una sonrisa muy poco fiable, es lo que tenían sus sonrisas, nunca sabias lo traicioneras que podían llegar a ser, aunque a mi personalmente no me asustan ese tipo de sonrisas, quizás me perturban pero nada mas...

Continuará en breves

Gemidos de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora