Gemidos de cristal

Capítulo 4

Anthony robó el coctail de mi mano y tomó de el.

-Em, si, bebe lo que tu quieras -Dije sarcásticamente-Eh, pero no todo -Añadí alargando mi mano y cogiéndolo de nuevo. Se rió mientras levaba sus manos a la parte trasera de su cabeza y se apoyaba en la pared...

-Y bien? Dime rápido que quiere madame que tengo cosas que hacer... -Dije algo indignada acabandome lo poco que quedaba en la copa. Idiota.

-En realidad no lo se, era una excusa-Dijo mirando hacia la luna- Que bonita noche, no crees?- Musitó tratando de quitarle hierro al asunto

-Que? Idiota... Excusa para que.? -Dije conteniendo mi mano para que no volara hacia su cara.

-Para que me hicieras compañía

-Ya pero ahora no es el momento joder... Si quieres compañía quedamos después de currar... -Me quejé-Es mas, me vas a invitar a dos copas, una por el tiempo perdido y otra por beberte la mía.

-Trato hecho-Dijo sin inmutarse y tendiéndome la mano para que la estrechara.

Golpee su mano con la mía y me fui dentro del local junto con Lusi a atender a la clientela sedienta de dulces borracheras... El tiempo se me hizo realmente llevadero, paso muy rápido, el reloj marcaba las 2:57, la cantidad de gente alcoholizada denotaba la hora mejor que cualquier reloj.

-Lusi  tengo que ir a los aposentos de Lisbeth-Enuncie secando mis manos en un papel

-Como? Te ha llamado? Y eso?-Dijo sacando algo de dinero de la caja para dar cambio a un cliente, pobrecita se la veía agobiada...

-No se porque la verdad... Me pica la curiosidad.

-Pf... Ya que vas dile que nos meta otra camarera por aquí que hace falta, ya que una que yo me se, se pasa el rato de flor en flor. 

-Jeje.... Pero me quieres igual

Dije mientras daba un casto beso a su frente...

-Tira anda...

Me reí mientras avanzaba a pasos cortos y apresurados entre la gente, observando los grupitos de chicos y chicas que almacenaban en cada rincón del local, haciéndolo suyo y muy bien acompañados... El porcentaje de hombres era mayor, lógicamente, pero había muchas chicas también... Dios sabe porque.

Subí un tramo de escaleras, el segundo piso también estaba lleno, era de esperar... Subí el segundo tramo y al llegar abrí la puerta con algo de timidez...

-Se puede?

Madame se encontraba en el balcon, fumando lo que parecía un peta, su figura hacia un perfecto contraste con la noche...

-Pasa cielo, adelante- Dijo dejando caer la colilla

-Me dijo Anthony que querías hablar conmigo-Musite en un tono sumiso, entrando en la estancia, era tan... Madame... El color rojo oscuro de las paredes, los muebles negros, todo en perfecta y seductora armonía... Y un aroma excepcionalmente dulce para lo que este cuarto sugería. Madame en una milésima de segundo cerró la puerta detrás de mi, lo que me intimidó en cierto modo...

Miraba hacia todos lados lo que parecía tenerla algo inquieta.

-Estas nerviosa cielo? -Dijo paseándose a mi alrededor

-No, es solo que no habituo a hablar con vos...

Madame se rió con ganas.

-Por dios no me trates de usted hija mía....