Una vez dentro, el extraño joven empezó a seguir al hombre para averiguar qué era aquél objeto por el que lo había mandado el secuestrador. Parecía haber un interés particular en lo que sea que ocultaran.
"Si se llevaron a una persona importante ¿Porque el tipo que bajó de la camioneta no entró a buscarla personalmente?" Se preguntó así mismo el chico mientras seguía sigilosamente a aquél hombre.
"Algo no tiene sentido aquí..."
El tipo siguió su camino, subiendo por unas escaleras hasta llegar al tercer piso, una vez ahí giro a la derecha y camino a la puerta que se encontraba al final de un largo y oscuro pasillo. Aún sin percatarse de que alguien lo seguía, giro la llave para abrir la puerta y entrar.
-Muchas gracias por abrirme la puerta, eres todo un caballero...
-¿Quién diablos?
Un fuerte golpe directo en la cara terminaría por dejar noqueado al hombre que caería como una tabla dejando la puerta abierta.
-Muy bien, veamos que ocultaban aquí...
En un primer vistazo no parecía haber nada más que una habitación pequeña y sucia con una cama con una mesa de noche al lado y un viejo armario, sin nada más que llamara la atención. Sin embargo, el chico sabía que eso era solo una fachada, por lo que decidió entrar al lugar y revisar más a detalle.
Entro mirando por todos lados: miró primero detrás de la puerta, el armario, y la mesa de noche, pero no había nada en ellas, dejando como último lugar la cama.
-Si hay algo debe ser en esa cama, aunque es un lugar bastante obvio.
La cama tenía una enorme manta cubriendola por completo, por lo que notablemente escondía algo. El chico se acercó a ella y la miró con detenimiento, tomó con delicadeza la manta y la retiro encontrando ahí amordazada e inconsciente a una chica bastante joven.
"Supongo que sobreestime la inteligencia de estos criminales al dejar la cama al final para buscar... eligieron el escondite más obvio."
Era una chica de largo cabello rojo, piel clara y rasgos finos, bastante bella a pesar de estar herida, de tal vez unos 18 años de edad. Vestía jeans, y tenía una blusa amarilla sin mangas. Su cuerpo tenía varios moretones e incluso presentaba rasguños, definitivamente había sido muy maltratada durante su secuestro.
"Sea quien sea esta claro que puso una firme resistencia, tuvieron que lastimarla para que se dejara. Desgraciados... parece que lleva mucho tiempo sufriendo." Se dijo así mismo el chico mientras la miraba.
Acercó su oído para escuchar su corazón el cuál latía con dificultades, estaba en muy mal estado y de seguir así su vida estaría en peligro.
-Si eres tan importante para ellos, ¿Por qué te harían tanto daño? No tendría sentido que buscaran matarla si la necesitan. No queda mucho tiempo, tengo que sacarte de aquí ya
Entonces el sonido de muchos pasos subiendo las escaleras llamaron la atención del chico. Más hombres habían ido a buscar a su compañero quien ya había tardado demasiado en volver. No pasó mucho tiempo hasta que notaron el cuerpo inconsciente en el pasillo.
-¡Tenemos un intruso!- Exclamó uno de ellos -Notifiquen al jefe y a los demás para encontrarlo.
-Demonios...- Maldijo susurrando aquel chico - no puedo dejarla aquí si es lo que quieren. Pero tampoco puedo saltar con ella por la ventana. No puedo mantener el perfil bajo, tengo que pelear.
Mientras tanto fuera del edificio, el secuestrador y aquél tipo seguían hablando, hasta que una llamada interrumpió su conversación.
-Deme un segundo por favor, necesito atender- Dijo el secuestrador sacando su teléfono móvil.
-Diga
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Blue Murderer: Ghost Memories
Science FictionAlexander hamill, es un chico de 20 años que terminó perdiendo todo lo que amaba en su vida, viéndose atormentado por causa de la criatura en la que se a vuelto. En la oscuridad de la noche de la ciudad de SkyCity, trata de comprender la verdad sobr...