Capítulo 13- Hielo contra fuego

15 5 2
                                    

Ese día celebraron como nunca, Arkana vio caras que no conocía, y hasta le hicieron un cartel. El chico ya quería llorar de la felicidad, parecía que había ganado, pero todavía quedaba el duelo de mañana.

Ya de noche; el joven no podía dormir, estaba demasiado nervioso como para poder conciliar el sueño. Casi cuando Croisen estuvo arriba en cielo cayó en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente, se levantó con dificultad, ya que había dormido bastante y tenía pereza. Se puso su pulsera de la suerte y caminó hasta el patio principal, ese día no había ningún caza que viaje con él.

Skydrin: Hola.

Arkana: ¡Ah! Ufffff, que susto. Hola.

Skydrin: ¿Sabes dónde será la final de hoy?

Arkana: Ni idea, me acabo de levantar.

Skydrin: ¿Tan dormilón eres?

Arkana: No podía dormir porque estaba nervioso.

Skydrin: No hay de qué preocuparse. Pero es obvio que estás en desventaja.

Arkana: Sí, y sabiendo lo poderoso que es Elfren...

Guía: Oigan ustedes, no se queden atrás.

Skydrin: Vámonos.

Se encontraron con una multitud de alumnos, esta vez ellos presenciarían la final. Nerviosos; comenzaron a caminar, hasta que una gran ciudad cubrió los rayos del sol.

Esta estaba suspendida en las nubes, con un mecanismo que Arkana había oído mencionar, pero que no entendía. Se acercaron, pero la ciudad parecía moverse, de pronto aparecieron unos elementales de aire. Les mostraron un ascensor que estaba unos metros más a su izquierda.

Se subieron todos, presionaron el botón de subir y se teletransportaron hacia arriba. Su destino fue un ascensor igual, pero en las nubes.

Salieron y sintieron vértigo, era muy frío y alto. Al joven de hielo le gustó el ambiente. Había aves y criaturas volando.

Avanzaron por una carretera asfaltada. El suelo se sostenía increíblemente en las nubes. 

Todos quedaron sorprendidos y se tomaron fotos. Pero no había tiempo para parar mucho tiempo, frente a ellos se alzaba un estadio, gigante como ninguno visto antes.

A lo lejos se notó los compañeros de Elfren tras de él.

Ahora solo quedaba esperar 4 horas al comienzo de las pruebas. Se preguntó si ese sería el hogar de Skydrin, no se lo había preguntado.

Una brisa recorrió el cuerpo del chico, la ciudad no se diferenciaba mucho de las otras visitadas. solo que esta tenía algunas estructuras voladoras. Sintió que no se acostumbraría a la sensación de estar suspendido en el aire. A uno de sus compañeros de fuego le cayó mal la altura y vomitó. La sustancia cayó por el borde de la blanca nube perdiéndose en el aire. Arkana no tuvo ganar de voltear a mirar. Pero a él le gustaba ese sitio, le parecía emocionante.

Guía: Aquí esperaremos hasta que la ronda comenzó, pueden caminar, pero no ir muy lejos.

Todos: De acuerdo.

El elemental de hielo miró por el borde y vio como la superficie estaba a varios metros de distancia. Se emocionó por la sensación de estar muy alto. Pero cambió de opinión sobre estar mirando hacia abajo, y decidió pasear por la ciudad. A pesar de las tiendas y máquina expendedoras no pudo comprar nada, porque no tenía dinero.

Observó a algunas naves atravesado el firmamento, algunas viajando, otras yendo a planetas cercanos... Nada fuera de lo común.

Sacó su espada de la funda y la admiró. Era genial tener una espada única. Tenía el mango de color metal, pero se sentía como acero o hierro. Y la hoja evidentemente estaba hecha de hielo. Pero no  uno común, era un hielo super resistente, que no se derrite. Le gustó su diseño, era como si estuviera diseñada para él, pero Sub Zero ya había tenido dueños anteriores. 

Skydrin: ¡De tantas cosas que puedes ver, te quedan ahí parado!

Arkana: ¿A sí? Sorpréndeme.

Skydrin: Pues ven.

La acompañó a una zona libre en medio de tanta gente que transitaba por aquel lugar. Le mostró unas aves que surcaban el cielo a gran velocidad. Montañas que se alzaban a muchos metros del suelo. A Arkana se le iluminaron los ojos ante tal entorno majestuoso.

Se pasaron las siguientes horas paseando por ahí, en esas el chico se acordó que no había visto a Helenis ni a Ansgar en todo el día. Pero no se preocupó.

Las horas pasaron, empezó a oscurecer. El joven llegó a la arena. Se alistó, cambió de ropa, y preparó a Sub Zero.

Al fondo del campo veía a Elfren, el enemigo al que debía vencer para ganar. Sentía que era muy importante, a pesar que solo era un concurso normal.

Megáfono: Estamos aquí para celebrar la final de la primera edición de este torneo. Hoy se disputarán en lucha los jóvenes Arkana y Elfren, decididos a a darlo todo de sí para ser los victoriosos de esta lucha. Pero llegó el momento de que demuestren su potencial, sin más preámbulos, ¡Que comience la final del torneo!

Arkana corrió hacia adelante, y cuando estuvo a 3 de metros de su destino, saltó y atacó con Sub Zero. Elfren por su parte, con gran destreza se hizo a un lado, desenvainó la suya y contraatacó con gran velocidad. El joven de hielo uso su criogénesis para defenderse. El impacto lo descolocó, y lo derribó.

Se levantó con destreza, creó una bola de cristal. Apuntó bien y la lanzó, falló por poco. Pero el muchacho controló las esquirlas e intentó de nuevo. Los fragmentos salieron volando y atacaron a Elfren. Pero este los derrito segundos después.

El elemental de fuego retrocedió, guardó su espada en la vaina de su cintura y alzó sus manos, dispuesto a utilizar sus poderes. Hizo un movimiento con sus manos, las llamas volaron hacia el ojiceleste (Arkana por si no se acuerdan).

Se quedó paralizado, estaba encerrado en fuego. Se sentía sofocado. Pero no iba a terminar así. Hizo una gran bola de hielo y la desplazó hacia un costado, el hielo se derritió con lo que se formó agua y creó un pequeño agujero para poder salir. Arkana se agachó para esquivar el humo y agarro del mango a su espada.

Su enemigo se acercó y le atacó, pero el chico levantó a Sub Zero y detuvo el corte. El elemental de hielo se levantó, se acordó que estaba suspendido a varios kilómetros sobre el suelo y sintió vértigo. Se olvidó de eso en un instante; pero, eso fue suficiente para que Elfren se acerque e intente golpearlo, pero Arkana reaccionó rápido y se agachó, con lo que levantó su puño y lo hundió en el estómago de su objetivo; que estaba protegido por el traje. 

Solo quedaban diez minutos de combate, este se intensifico con el pasar de los segundos. No se contenían, pero el resultado definitivamente no iba a ser un empate. El tiempo pasó, así como los puntos aumentaron. Arkana logró ponerse detrás de su oponente y se lanzó, iba a ganar. Estaba casi seguro, cuando la espada ya iba a llegar hasta Elfren...

¡El combate ha terminado!

El chico se dio cuenta, no había llegado.

¡Elfren ha ganado el torneo!

Se cayó al piso. No, no podía ser... Salió corriendo hasta llegar a su cuarto, donde se puso a llorar. Había luchado tanto por eso. 

Hasta que sonó la puerta.

ElementalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora