Capítulo 2

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                        PÁNICO TOTAL

No sé realmente que es lo que hago aquí.

¿Alguien podría decirme donde me encuentro? Tengo demasiado miedo. Sólo logro escuchar unas voces hablando con otra persona, al parecer están al teléfono.

¿Por qué tuvo que pasarme a mí?, ¿Qué hice?

Yo no me meto en temas graves con tal de que esto  no me ocurriera, ni siquiera comento en los debates sobre temas liberales y me quedo observando a toda la familia cuando hablan sobre delincuencia y vienen a secuestrarme.

Estoy tirada en el suelo, no he parado de llorar desde que me han puesto la bolsa en la cabeza, ya me desesperé de esta aquí pensando en que saldré viva de esta ¡Ni siquiera mamá y papá tienen dinero para viajar a visitarme y les pedirán rescate!

-¡Hey! , tendremos una pequeña parada, cuídala-dijo una voz a lo lejos, pareciese sonar alegre y a lo lejos había mucho ruido, como si fuera un bar. Sonó un tremendo portazo que me dejó con la piel chinita.

Todo volvió a ser silencio.

Sentí algo filoso en mi espalda y seguido, como mi blusa se iba rompiendo.

–Tendremos tiempo a solas- dijo una voz pegada a mi oreja, mientras me jaloneaba del cabello, empezó a tocarme hasta que la puerta volvió a abrirse y alguien más gritó: El jefe la quiere intacta así que déjala o tendré que partirte la cara.

Mi cabeza golpeó el suelo del auto en ese mismo momento y comenzó a darme mucho dolor de cabeza.

Minutos después (que parecían horas) arrancó el auto y siguió el sufrimiento

                                                                                 

Hemos estado viajando por más de 16 horas y estoy muy cansada, no he podido dormir; no me han dejado salir de aquí.

¡Oh Dios! Han detenido el coche; logro escuchar como abren las puertas. Algo malo ocurrirá y todo por haber estado en compañía de Chris, bien mi madre lo había dicho anteriormente y yo ciega por amor no le hice caso.

Me jalonearon y con la misma fuerza me tiraron de la camioneta y caí al suelo, pude sentir la tierra húmeda y un poco de pasto; olía a pasto recién cortado y a lluvia, al parecer no tenía mucho que había llovido, eso me tranquilizó lo suficiente para poder sostenerme y caminar a donde me estaban llevando esos matones.

Abrieron una puerta y sin cuidado me lanzaron de nuevo al suelo, esta vez era concreto y hacía mucho calor allí dentro.

Me destaparon la cara, estaba muy luminoso el lugar, costándome mucho trabajo mirar bien lo que había en ese lugar; era una cabaña, logré ver unos zapatos negros, brillosos y bien lustrados caminar directo a mí, trataba de mirar quién era ese sujeto hasta que escuché a uno de los matones hablar con él.

-Jefe, aquí está su encargo, se encontraba sola y no pudimos encontrar al joven.

-Siéntenla, denle un poco de agua y arréglenla un poco, en un rato más volveré para darle una bienvenida a nuestra invitada-dijo esa voz joven que se detuvo justo frente de mí.

Logré captar la idea de que ese joven me estaba tratando tan bien a pesar del maltrato que me dieron en el camino.

Los matones me levantaron de una manera brusca y me sentaron en una mesa de cristal, me dieron un poco de agua y me dieron un sándwich.

Al terminar de comer, me levantaron y jalonearon, aún seguía teniendo la bolsa negra que me pusieron en la cabeza la tarde  en que me forzaron a salir de mi casa. Me cargaron para llevarme escaleras arriba.

Me quitaron la bolsa y me dieron ropa limpia, ya estaba dentro del baño.  

Me sentía algo incómoda ya que una cortina me separaba de esos matones y cuando notaban que no hacía nada golpeaban la cortina y me pedían que me apurara hasta que salí en ropa interior y les pedí que se dieran la vuelta para que me cambiara... lo cual fue más que fallido.

Punto de ReuniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora