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el byers menor, después de separarse del rizado, continuó en solitario su camino bajo la oscuridad de la noche. entre más cerca estaba de su hogar, la luz de la linterna que tenía su bicicleta parpadeaba para luego apagarse.
a will le resultó extraño la situación, pero con temor continuo, volvió su vista al camino asustandose de inmediato cuando sus ojos se enfocaron en la figura de una persona de casí 1,90 metros de altura con complexión sumamente delgada.
el menor de los byers al espantarse desvío su bicicleta fuera de la carretera, cayendo encima de un montón de hojas secas del bosque de al lado.
abandonó su bicicleta en ese lugar y empezó a correr lo más rapido que podía hasta su hogar. volteaba detrás suyo de vez en cuando, para asegurar que la criatura extraña no lo estaba siguiendo.
cuando llegó a la entrada de su hogar, abrió la puerta con rapidez; cerrandola con el seguro para luego correr hasta la pared dónde colgaba un teléfono.
al colocarlo en su oído escuchó ruidos afuera de la vivienda, miro por el pequeño ventanal que había en la puerta de ésta.
se reflejo la borrosa sombra de la criatura por ahí.
──¿h-hola? ──con torpeza marco un número telefónico──. ayúdenme por favor ──suplico, su voz era teñida por el miedo y el horror.
en la otra línea tan solo se podían escuchar interferencias y ruidos extraños. de pronto, sintió como sí un balde de agua le hubiera caído encima, el ruido que escuchó le paralizo el corazón por un segundo: el seguro de la puerta había sido quitado.
huyó hasta el patio de su hogar y se escondió dentro del cobertizo, tambien tomó un arma, que con sus manos temblorosas, recargo y apuntó.
otro ruido.
detrás de él.
apuntó con el arma y la pequeña bombilla destello con una fuerte y cegadora luz.
se apagó como sí nada y nuevamente se encendió.
más, will byers ya había desapareció.
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una menor de tez blanca estaba sentada en el asiento del copiloto del auto de steve harrington, ésta miraba el paisaje con aburrimiento mientras tarareaba una canción.
──anoche llegaste tarde ──hablo steve, eliminando el silencio que habita dentro del auto──. ni creas que no me había dado cuenta de ello.
