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La misión de Rubius era fácil, levantarse temprano, ir al pueblo y robar algunos karmas de oro y plata para la hermandad.

Fácil.

Pero todo eso cambia cuando eres una persona que ama dormir...

Ni siquiera el sabia como había bajado de su isla sin lanzarse al abismo, pero bueno lo positivo es que seguía vivo.

Llego al pueblo y lo primero en lo que se fijo fue en una pequeña casa, se acercó a esta para intentar ver quien vivía ahí, una mujer con su pequeño hijo.

-No...- se dijo mentalmente, como cura del pueblo el sabia los secretos de todos y esa señora era muy amable y siempre rezaba por el bienestar de su hijo, el híbrido no era capas de dañar a tan bella persona.

Pero en diferencia la idea de robarle a Merlón le parecía divertido, ese viejo tenía montones de karmas no le molestaría la perdida de algunos...

Sin pensarlo más se dirigió hasta el hogar de Merlón, verificando que esta no estuviera ahí y así era, su casa se encontraba vacía o al menos eso pensaba.

Se adentro en esta como si de su casa se tratase y comenzó a buscar en sus cofres, llevándose algunos karmas de oro y uno que otros diamantes, estaba apuntó de irse cuando siente la punta de un espada en su espalda.

-Deja en su lugar lo que tomaste y levanta las manos...- no podía negar que la voz seria de Merlín daba miedo, volteó un poco su cabeza podiendo notar que la espada que empuñaba la mujer era una de madera...

Del cinturón que siempre tenia puesto saco su espada de diamante, dio un salto hacia delante volteando rápidamente empuñando su espada para poder defenderse- Esa espada es una poco patética...

-Yo no te tengo miedo...y ellos tampoco...-hablo segura, el híbrido no entendía a que se refería hasta que escucho el sonido clásico de la policía "¡alto, policía!" la mujer sin pensarlo dio el primer golpe siendo detenido por la espada del albino quien tan solo se cubría y intentaba rodearla para irse por la ventana que estaba tras Merlín...

Tras unos segundos lo logro y salio por esta comenzando a correr hacia cualquier dirección, escuchaba pasos atrás de el y sabia muy bien de quien eran...

[•••]

Alex y dos policías principantes perseguían al híbrido que intentaba huir, este buscaba formas de escapar, necesitaba una distraccion, recordo la mina que tenia en su bolsillo, raoidamente la caso que la tiro al suelo comenzandola emitir su tipico pitido de aviso, pocos segundo despues la escucho explotar, volteo para verificar que nadie lo estuviera siguien, grande fue su susto al notar que Alex había esquivando la mina y segui tras de el.

Esta acercandose demaciado a la frontera de Karmaland y aunque no le gustaba la ide de salir a las lejanias no tuvo opcion al seguir siendo perseguido, entró en la zona frondosa que separaba Karmaland de otro pueblo, comenso a escabullirse entre los arboles hasta que se dio cuenta que habia perdido a su amigo oficial.

[•••]

Caminaba con cuidado por entre los arboles, sus piernas estaban cansadas necesitaba dormir, camino por un rato más hasta que se decidió por salir de esa zona y correr otra vez hasta su casa.

[•••]

Al llegar a su hogar lo primero que hizo fue quitarse su mascara para luego seguir con el traje y se lanzo a su cama casi desnudo y se tumbo a dormir.

¿Como una misión fácil se había vuelto una larga persecución?

El sonido de su celular se hizo escuchar, soltó un gruñido y se dispuso a ver su celular.

Un simple secreto...[Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora