Un simple secreto...[Rubegetta]

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-¿En serio lo harás?- dijo atónito al no esperarse lo que su pareja le habia dicho.

-Si...no quiero que te descubran así que estare vigilando desde la altura para asegurarme que no halla nadie cerca...

-¿Y si te ven?

-Estare con con el traje de Lobo Nogturno, si recuerdas de ese traje que me hice y nunca use ¿verdad?

-Si, lo recuerdo, pero aun no estoy seguro si quiero que tu te arriesgues por mi...

-Dejame hacerlo, prometí guardar tu secreto y a la vez quiero asegurarme que nadie te atrape...

-Vale, pero esta sera la unica- beso su frente para luego alejarse- me tengo que ir.

-Vale, yo estare escondido cerca tu antigua casa hasta verte salir.

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-Ya esta todo listo, sabes lo que tienes que hacer, y tambien sabes que pasara si no haces las cosas como te ordene- hablo el líder de la hermandad dirigiendose hacia la mujer que tenia al frente.

-Si, todo muy en claro- le respondió mientras sentia como sus ojos eran cubirtos por una delgada tela negra.

-Mi compañero te llevara hasta la frontera de Karmaland, Fargan te estara esperando en la comisaria, no hagas ninguna estupides- y con esas últimas palabras sintió como cogian su brazo para comenzar a caminar.

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Ella no sabia donde estaba y menos hacia donde caminaba, podia estarse dirigiendo a su muerte y ella no lo sabria, el rubio tras la mascara caminaba silenciosamente mientras a la par dirigia a la mujer, cada cierto tiempo veia a su pareja el cual vijilaba todo la alturo de los techos, le decia que lugar estaba vacío y si debía seguir o esconderse, "Un guardia'' Escuchó un susurro para luego esconderse rápidamente.

Cerca de ahí un guardia pasaba vigilando la zona, para luego seguir su camino, cerca del banco metidos en unos arbustos estaban Rubius y la secuestrada escondidos, miro hacia el techo del banco donde se encontraba su pareja dandole la señal para que ya pudiera seguir su camino.

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-Vale, ya llegamos- se acomodó bien la máscara para luego quitarle la tela que tapaba los ojos de la mujer- ya sabes que hacer.

La mujer suspiro para comenzar a correr en dirección al pueblo, siendo sigilosamente perseguida por el enmascarado y aquel honbre de ojos violetas.

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El híbrido de oso se encontraba en su isla cambiandose su ropa, se colocó la ultima prenda de su ropa habitual y se apresuró a salir de su casa para encontrarse con aquella persona que hace unos momentos lo estaba ayudando a llevar a la mujer hasta la frontera.

-Estoy listo, ya podemos irnos- le hablo el rubio viendo una sonrisa de cansancio y alegría en el azabache- Lo hiciste bien...ya es hora de descansar- este tan sólo siguió sonriendo, se dio media vuelta y salto de la isla callendo de pie gracias a sus botas especiales.

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-Mereces un premio por haberme ayudado- le dijo mientras besandole lentamente su cuello sacandole una risita.

Ambos estaban enamorados...

Ambos harían todo por el otro...

Pero...¿Que era lo correcto? ¿Seguir guardando el secreto? ¿Decir la verdad?...

¿Que sucedería si Willy se enterase de que Vegetta sabe la verdad?...

⭐⭐⭐⭐⭐⭐

-Canelita...